La carretera del despropósito

El pasado día 12 el Ejecutivo asturiano aprobó un gasto plurianual de algo más de 2,4 millones de euros destinados a contratar las obras de acondicionamiento de la carretera SC-2, de Rioseco a Soto de Agues, proyecto que algunos llamamos "la carretera del despropósito".

Aunque la polémica sobre la carretera nació por el absurdo y peligroso ensanchamiento que se pretende realizar a su paso por Villamorey, modificando un proyecto anterior que contenía una variante por fuera del pueblo. El proyecto actual, cuya contratación se acaba de aprobar, es un despropósito porque en pleno siglo 21 modifica todo el trazado actual de la carretera que circula por el Parque Natural de Redes en sus algo más de 2 km de Rioseco a Soto de Agues siguiendo el río Alba, creando nuevas rectas, tirando muros, cierres y portillas centenarias, sin contemplar su rehabilitación, implantando señalización horizontal que va a impedir el acceso a los ganaderos a los prados y eliminando la senda peatonal, anteriormente proyectada.

Es un despropósito porque, no se sabe siguiendo qué intereses, modifica un anteproyecto existente en 2010, que fue el que se sometió al necesario impacto ambiental, anteproyecto en el que, bajo un trazado casi igual al actualmente existente, se ensanchaba la carretera, se hacía una senda y se hacía una variante para rodear Villamorey. Proyecto que era absolutamente racional y seguramente más barato que el actual, si al coste del proyecto se le suman las expropiaciones.

Es un despropósito porque, no se sabe siguiendo qué intereses, perjudica a vecinos de Villamorey, al hacerles un trazado rápido por el pueblo (por cierto, con una curva nueva que ahora no existe). Perjudica a los propietarios de los prados por las desmesuradas expropiaciones y porque les elimina los muros y cierres sin reponerlos, en un parque natural donde hay que guardar determinadas normas para rehacerlos, con elevado coste. Perjudica a ganaderos que no sólo no van a poder circular con su ganado, sino que van a tener problemas de acceso a las fincas. Perjudica a los intereses turísticos y a la gente mayor del concejo, porque al eliminar la senda no se va a poder caminar con seguridad por la carretera, tampoco los visitantes que se instalen en el proyectado camping de Villamorey podrán hacerlo.

Es un despropósito porque, no se sabe siguiendo qué intereses, en base a unas supuestas razones de seguridad víal, se perjudica la seguridad vial. Esta carretera, cuya siniestralidad es bajísima, según datos del período 2013-2017 aportados a la plataforma de afectados por el propio Principado, se realiza según parámetros constructivos que figuran en el proyecto y que podrían permitir velocidades de 90 km/h, pese a ser una carretera cuyo único fin es conducir a Soto de Agues, donde termina. Además, se elimina la senda peatonal, con los consiguientes riesgos viales.

Es un despropósito porque, no se sabe siguiendo qué intereses, ha paralizado el arreglo de la carretera actual, que está intransitable y que, ahora sí, se podría reparar con el presupuesto de algo más de 132.000 euros que existe para este año si se destinara a ello. Esperemos que se haga.

Es un despropósito porque, no se sabe siguiendo qué intereses, en un presupuesto plurianual como éste, la mayor partida de casi 1,6 millones de euros es para el 2020, con lo cual posiblemente, en el hipotético e improbable caso de que la carretera se ejecutase, una vez pasadas las elecciones autonómicas y municipales, tendrían a todo el municipio patas arriba 3 años, pudiendo haber realizado un proyecto más simple en menos tiempo y con menor impacto.

Mientras tanto el Consistorio de Sobrescobio mira para otro lado y aplaude al Principado, aprobando un proyecto que desconocían en su contenido, interesándose sólo, según afirmaciones del alcalde en TPA, por no perder 2,4 millones de inversión. No vamos aquí a repetir las inversiones inútiles realizadas en este municipio que todos los coyanes conocemos. Porque este Ayuntamiento, al que hay que aplaudir por las actividades culturales realizadas en el municipio, ha sido un desastre en asunto de infraestructuras, baste nombrar la reciente gestión del vacío polígono de Comillera.

Por lo pronto y, por lo menos, una conflictiva y extraña expropiación de una cantera fuera del municipio, en el concejo de Laviana, se ha eliminado. Esto lo ha confirmado por escrito la Consejería de Infraestructuras ante pregunta del Grupo Podemos de la Junta del Principado. No vamos a comentar de quién era la propiedad de la cantera, porque bienvenidas sean estas medidas. No se pretende hacer sangre, sólo eliminar barbaridades. Sólo esperemos que no existan otros intereses y que el despropósito se convierta en cordura y la carretera se realice según estándares modernos y no troglodíticos como son sólo los meramente tecnológicos, que son los únicos que defiende la Consejería en las respuestas a nuestras alegaciones. Esperemos que el proyecto se rehaga según modernos estándares de sostenibilidad medioambiental, social y del tejido agroganadero.