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Puestos a dar las gracias: gracias por ser cómo soy

18 de Septiembre del 2018 - José Viñas García (OVIEDO)

Jamás envidié nada y a nadie, es más, con mis posibilidades, imperfecciones, dificultades, problemas y carencias he conseguido tal serenidad mental desde siempre, que, no me cambiaría por nadie antes, ahora y después. Y he llegado a la conclusión, que no es por mí, por sentirme el mejor, más guapo e inteligente o todo lo contrario; creo que sin prejuicio alguno, siento que mis limitaciones son mis mejores argumentos para mejorar y superarme en cada día. Y cómo decía, todo por las personas que me rodean, que me hacen sentir importante sin serlo, que percibo me quieren más de lo que merezco. Al ser ellas las trascendentes, me siento completo y feliz dentro de los límites de quien pisa en todo momento el suelo y no deja su mente volar entre nubes de algodón capaces de convertir sueños e ilusiones en esperanza sin límite.

Los que envidian es porque suelen compararse con los demás y las comparaciones son todas odiosas. La vida de cada cual tiene una parte íntima y personal que es imposible de colocar en balanza: sentimientos, deseos, ilusiones, sueños, aspiraciones, gustos, codicias, bondades, comprensiones, etc. con otros muchos factores intrínsecos e intransferibles de cada cual.

Las partes materiales no me interesan, salvo la de aquellos que las consiguen fraudulentamente, quitándoselo a otros, que por su causa pasarán necesidades, o están pagando más impuestos por éstos escabullirse. Todos tenemos que cooperar equitativamente para mantener un sistema de bienestar solidario y necesario. Hablando de felicidad, quizás sea éste el formato, el camino más corto para sentirse realizados y conformes con nosotros mismos: ayudar a los demás.

Si algo pudiera desear, sería poder, inteligencia y conocimientos para remediar sufrimientos, enfermedades y problemas económicos en un mundo injusto donde hay quien le sobra hasta el exceso y a otros le falta lo más básico. Por eso a veces me excedo en osadía presuntuosa, hablar sobre Dios, un Dios que teniendo esos valores: Poder divino y terrenal, inteligencia y conocimientos sin límite, permite los sufrimientos de muchos y un viva la vida plena y total de otros. Luego que cada cual organice su mente, su vida y sea feliz cómo quiera, siempre que respete y no dañe a los demás.

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