Casa sindical
Es un edificio emblemático a la entrada de Gijón, cargado de historia del movimiento obrero en esta ciudad y en Asturias, donde dimos nuestros primeros pasos como sindicalistas, preocupados por una transición política que se tambaleaba entre el tardofranquismo y una posible democracia que no despejaba las dudas sobre los derechos que íbamos a conquistar.
Recuerdo asambleas multitudinarias sobre el convenio del metal o en defensa de nuestros puestos de trabajo en Crady, sujetos a intereses de una banca que pretendía abandonar sus responsabilidades en la empresa después de una gestión descontrolada de la familia fundadora. Cargábamos las pilas en el propio bar para soltar los nervios y la lengua en las intervenciones.
No puedo olvidar que estando en uno de esos eternos procesos asamblearios tuve que salir corriendo al Hospital de Cabueñes para asistir a la muerte de mi padre en el año 1980.
Pero hace años que se ha convertido en una ruina. Una vergüenza para la entrada de la ciudad como referencia de Casa Sindical y un refugio para unos cuantos sin techo que prefieren, supongo, la libertad de dormir sin controles.
Sus escaleras de acceso son un peligro público para personas mayores o madres con menores, los ascensores son una reliquia cuando funcionan y las instalaciones según los propios informes técnicos carecen del mínimo grado de seguridad. El salón de actos se ha convertido -por calificarlo de algo- en un almacén de enseres de segunda o cuarta mano, constituyendo un peligro grave en caso de incendio para los usuarios del edificio, al margen de otras consideraciones.
Los trabajadores y trabajadoras de esta ciudad, el sindicato de clase CC OO que actualmente sufraga los gastos comunes, mayoritario en el país por la representación que le dan las elecciones sindicales, se merecen tener unos locales habitables, salubres y seguros como corresponde en una democracia adulta de cuarenta años.
Hay responsabilidades del Ayuntamiento y el Ministerio de Trabajo entre otras administraciones por mantener el edificio en las condiciones actuales. Nuestra Confederación Sindical no debe permitir que iniciemos un nuevo año en estas instalaciones. Espero que haya una respuesta.
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