El CIS, ahora mensual
Hemos leído que el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) pasará de realizar sus encuestas y sondeos trimestralmente a una periodicidad mensual. Me parece que esta nueva normativa que pretende implantar el Gobierno persigue un claro objetivo político.
De una parte, sabemos que en España hay varias empresas que se dedican también a realizar periódicamente sondeos y encuestas, a recabar la opinión pública. Suelen hacer estas encuestas procurando no coincidir con el CIS, es decir, a un mes o dos del último sondeo oficial. Es muy probable que ya no tendrán interés ni valor las encuestas privadas para los medios de comunicación, pues tendremos sondeos mensuales por cuenta del CIS y gratis. Eso sí, el Gobierno deberá aumentar el presupuesto de este centro, casi al triple, para poder asumir esta nueva periodicidad. Evidentemente, un presupuesto que pagamos los españoles, ni el CIS ni el Gobierno.
Por otro lado, me parece que el objetivo del Gobierno es muy sencillo: “dosificar”. Si el PSOE ha incrementado la intención de voto en 0,6 puntos en el CIS de septiembre comparado con el realizado en junio.
Pedro Sánchez insiste cada día en que agotará la legislatura, aunque tenga dos ministros dimitidos y otra en trance (a lo mejor ya es la tercera cuando se publique esta carta), que será en junio de 2020. Esto es, dentro de 20 meses. A partir de aquí muy sencillo, como decía, el Gobierno mantiene bien activada la cocina del CIS, ahora mensualmente. Si aparece un resultado trimestral con un incremento de intención de voto del PSOE en 2, 3 o 4 puntos, puede resultar un gran escándalo, un pucherazo en toda regla. Pero si el informe del CIS mensual refleja que el PSOE aumenta su intención de voto en 0,4, 0,6 o 0,8 puntos no es tan llamativo, la cocina funciona, pero no se quema. Claro que si multiplicamos una de media de aumento de 0,6 puntos mes por los 20 meses que faltan de legislatura obtenemos un resultado de 12 puntos. Se colocaría entonces el PSOE con una intención de voto de más del 42%. ¿Quién da más? Afortunadamente, el cuento de la lechera era eso, un cuento.
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