La casa de los líos de Siero
Si le preguntan, querido lector, dónde se encuentra en Asturias “La casa de los líos”, no dude en señalar que en Pola de Siero. Durante la presente legislatura así se ha convertido la Casa Consistorial. Y desde el accidente de tráfico del ya ex alcalde, Juan José Corrales, su escenario se ha transformado en patio de vecindad. Un paréntesis se produjo estos días, el jueves, día 25/2, durante el Pleno municipal en su despedida. Entonces la Casa Consistorial se tornó en una mansión de tartufos. Y es que, salvo los representantes de IU y Conceyu, los demás grupos políticos optaron por practicar el ejercicio del más refinado estilo hipócrita.
Las luchas intestinas desarrolladas a lo largo de la legislatura dentro del propio gobierno municipal del PSOE en Siero se han abierto sin tapujos como consecuencia de la crisis generada para ocupar el sillón vacante de la presidencia de la Corporación municipal. Los antagonismos acaban de ofrecer su faz a través del escaparate de los medios. De manera especial en política, lo que solemos llamar condición humana se desarrolla en un ten con ten, en una especie de vaivén, en un movimiento dialéctico entre el arraigo y el desarraigo, entre lo homogéneo y lo heterogéneo. De los griegos hemos heredado muchas cosas, una de ellas la mesura, concepto que consiste en respetar a los contrarios e impedir que se conviertan en antagónicos.
Teniendo en cuenta que en la presente legislatura vienen gobernando, aunque en minoría, los socialistas, ningún grupo debería por descarte optar al sillón presidencial el año que resta de gobernabilidad. Por muchos cambalaches políticos a los que se preste la situación, no sería aconsejable políticamente con vistas a las próximas elecciones locales. Tan sólo se entendería por la ambición ciega y desmedida de alcanzar el poder. Los partidos políticos de Siero deberían volcarse en tratar de mejorar sus candidaturas para la próxima legislatura y, así, superar la actual Corporación municipal, que es la peor del período democrático.
El grupo Conceyu puede volver a tener protagonismo en la capacidad decisoria a la hora de inclinar la balanza a favor de éste o aquél, no partido político, no seríamos coherentes con los que acabamos de señalar, sino respecto a los dos más firmes candidatos de las corrientes dentro del PSOE que se contraponen en las aspiraciones para responsabilizarse del cargo vacante. Sin pretender influir lo más mínimo, tan sólo a modo de opinión de este ciudadano de Lugones, a la hora de los planteamientos sobre los problemas que se nos presentan a lo largo de la vida, para analizarlos racionalmente hay que remontarse a sus orígenes. Antes hemos de advertir que la personalidad de Juan José Corrales, como se acaba de confirmar tras el accidente de tráfico, tiene un perfil mitómano. Ya se sabe que mitomanía es el hábito de fabular, la inclinación a imaginarse cosas y hechos, tramando escenas y falsificando las relaciones con los demás.
En su día, el SOMA apoyó la controvertida, dentro del PSOE, candidatura encabezada por Juan José Corrales, con la condición de que en caso de ganar las elecciones, Julio Carretero sería el teniente de alcalde. Llegada la hora de la verdad, Carretero fue relegado y el puesto lo ocupó Ángel García, “Cepi”, que es quien ahora promociona la junta socialista de Pola. Por ser quizá más dúctil y moldeable, también lo apoya el grupo PINSI, a través de su más visible representante, Juan Camino, la versión masculina de Rosa Díez en el concejo.
Si una vez más el PSOE necesitara del “cariño” de Conceyu (la ONG de Lugones), la más genuina representación política de este pueblo, el concejal Rafael Rodríguez debería sopesar convenientemente el comportamiento lamentable no solamente por parte del ex alcalde, que lo ignoró en la presente legislatura, después de que dicho grupo Conceyu lo aupara a la Alcaldía en dos legislaturas. Como también lo ninguneó Cepi, así como la propia junta del PSOE en Pola. Para muchos individuos la gratitud es una especie de carga y, por eso, tienden a librarse de ella lo más pronto posible a través de deliberada amnesia.
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