Al regreso de Ledesma

"Por eso es que en el Gotán siempre solloza una pena".

Tengo por costumbre desde hace varios años mandar unas letras al periódico LA NUEVA ESPAÑA, al que, dicho sea de paso, estoy suscrito desde hace varios años, y esto lo hago, como dice el título, al regreso de Ledesma, en ello, con la mejor intención y espíritu constructivo. El año pasado el periódico no lo publicaron posiblemente las tres cuartillas que le di al periodista no le gustaron, pero ése no es mi problema, creo que los lectores se lo perdieron. De memoria decía, abreviando, que el autobús de la empresa Alcotán, Laviana-Villoria-Cabañaquinta-Ledesma, entre Villoria y Cabañaquinta las ramas de los árboles y la maleza constantemente rozaban el autobús, hasta el punto que cuando llegamos a Cabañaquinta, todos respiramos más tranquilos. Este año no vinimos por esa ruta, lo cual desconozco como está ahora. También sobre la marcha hablaba del Puerto de Tarna y su vergonzosa situación que además de empobrecer los pueblos de Caso, empobrece Asturias. Nombraba también una fibrosis pulmonar que me diagnosticaron en el instituto de Silicosis pero de "origen desconocido", dijo la doctora. Qué casualidad que, después de 40 años de mina, la enfermedad de mis pulmones sea de origen desconocido! Tengo que decir que empecé en la mina a los 12 años con la documentación falsa. En esos tiempos solía hacerse así. Y ahora que asesinaron el futuro de las Cuencas, y de rebote de Asturias, quiero recordar la obra por antonomasia del escritor francés Emile Zola, y que lleva por título "Germinal", que narra en los tiempos de Napoleón III sobre 1853, la vida de los mineros franceses y que , en 1902, en el entierro del insigne escritor Emile Zola, todo París en la conducción del féretro iba diciendo a gritos "Germinal, Germinal". Pues bien, querido lector, en algunas casos la comparación parece excesiva pero en otros no, y ahora en el 2018, hace alrededor de 8 años, en el buzón de sugerencias del Balneario, metí la sugerencia de pintar unas rallas de paso de cebra, que quiere decir, preferencia del peatón, entre las dos aceras que van desde el Balneario al cruce la Ctra.Salamanca-Ledesma, ya que se suele ir por una y , al llegar al cruce, cruzar la ctra. y volver por la otra. Y como no hay nada pintado, algunas gentes dan la vuelta por detrás de la señal en plena Ctra. Salamanca-Ledesma. Yo fui testigo de los frenazos y sustos por dichas imprudencias pero, como se suele decir, "es lo que hay". Cuando lo publiqué en LA NUEVA ESPAÑA hace dos años, me llamó la ejecutiva de Pulgar y me dijeron que ese mismo día iría la petición a la Diputación de Salamanca, que naturalmente es quién tiene que hacer la obra, cuatro rallas. Pero la ineficiencia de los políticos que la dirigen todavía no pusieron manos a la obra, creo que esperan un muerto, esperemos que esto no ocurra. También sugiero pongan a la salida del Puente, en dirección al cruce, a ambos lados de la acera, unos metros de barandillas, los uqe los técnicos decidan, pues en ese talud de unos 3 o 4 metros, ayer, 05/09/2018, las gentes tuvieron que sacar a una señora que, afortunadamente, no sufrió más que el susto, de caer a rodar. A parte de estas sugerencias, quiero dar las gracias como mutualista del Montepío, a Pulgar y su ejecutiva, por los cambios en positivo, hechos en el Balneario, que facilitan la comodidad de los residentes.

Este año fue un verdadero lujo la celebración de la Santina, nuestra patrona; el jueves a las 18:00h, cante asturiano con gaita y tambor, un verdadero placer verlos y oírlos cantar, también el sábado noche, aquí con la incorporación de Cholín de El Entrego, el viernes a las 18:00h, nos echaron unos cortos de cine con tertulia incluida; director, Marino Franco; Producción; Maite Capín; Actor, Eduardo Antuña; fotoperiodista, Fernando Rodríguez.

En estos cortos, el primero me impactó, aunque todos eran muy fuertes. Se trataba de unos asesinatos viéndose la policía de la época, salir de una comisaría con un detenido en un coche de la época, y en un descampado, pegarle un tiro en la cabeza, crimen de represión política, claro. En otra secuencia, creo, su esposa en otro descampado, otro tiro en la cabeza con insultos y vejaciones, como en el anterior. Y en otra secuencia, a la hija, ya mayor, poniendo un ramo de flores en el descampado donde asesinaron a sus padres.

En mi intervención puse la comparación de una tía mía llamada Joaquina Antuña Morán, que junto a otras mujeres de Laviana, las fueron a asesinar a la cuesta Vindoria, junto al pozo María Luisa, un 26 de noviembre de 1937, crimen atribuido a algunos falangistas de Pola de Laviana.

Siendo yo niño, sobre el año 1946-1947, recuerdo acompañar a mi abuela Chucha a poner un ramo de flores al lugar donde las asesinaron. Lo dejábamos caer y echábamos a correr. Al ver la secuencia de los cortos, creo, fue idéntico. En la tertulia yo dije que, 81 años después de estos crímenes atroces y políticos, si no se estarán "resucitando odios"; olvidar nunca, pero escarbar después de tantos años, no me parece. Si los asesinados en Paracuellos o los torturados en la Checas para que sus joyas fueran a parar al Puerto de Támpico, México, a bordo del yate Vita, el cual ya sabemos todos cual fue su destino, hicieran también cortos de cine, creo, es una modesta opinión, sería peligroso para la convivencia, ¡ojo con acercar tanto la antorcha a la gasolina!, que ya sabemos lo que puede pasar. Puedo estar acertado o equivocado, pero es mi opinión.

Víctor Ribera Antuña

Mutualista del Montepío de la Minería Asturiana

Sotrondio-SMRA