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Salvajes domésticos, nuestro futuro

7 de Noviembre del 2018 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

El futuro más firme de Asturias está en la industria alimentaria. Ahora bien, el campo y la mar tendrán que estar robotizados para controlar lo salvaje. Los robots tendrían fuentes de energía baratas (baterías y electricidad), actuadores oleohidráulicos (mejor relación peso/potencia), neumáticos (velocidad lineal), y siempre mecanismos. Todo con el añadido de: sensórica, control y regulación electrónica, informática y telecomunicaciones y... Un centro logístico con adecuados algoritmos matemáticos gestionados por la IA. Algo parecido al funcionamiento de un gran almacén automatizado (sin empleado alguno) con sus carretillas elevadoras moviéndose de forma salvaje por sus pisos y ascensores trasladando palés y haciendo su servicio a los puntos de entrada y salida siguiendo el algoritmo de máxima eficacia. Algo tan natural como la conducta de las domesticadas abejas almacenando miel.

En ese futuro, las quintanas no cambiarían mucho. El centro de trabajo (de control y comunicaciones) podría estar en el hórreo y desde sus talameras despegarían micro-drones al igual que antaño despegaban las abejas. Las vacas casinas vivirían salvajes en los montes con su chip nanotecnológico bajo la piel, controladas por micro-drones que a su vez controlarían las alimañas con disparos de chips que se les incrustarían. Como las abejas, tendrían diferentes funciones específicas (una la de disparar chips a las alimañas que estimulados generarían molestias que podrían ser mortales). Las cámaras fijas y las de los micro-drones darían una imagen virtual real e instantánea de los valles a la IA que los controlaría. Lo doméstico tendría un significado más salvaje y viceversa. A su vez, múltiples robots provistos de brazos fuertes (como las carretillas elevadoras eléctricas) harían el trabajo duro del campo. Las quintanas también se habrían especializado como micro-fábricas de algún producto (en su envase primario) como: chorizo, miel, queso, arándanos, setas, nueces, 'fabes'..., o de varios. Envases que luego serían llevados por vehículos sin conductor hasta la fábrica de procesado final y paletización.

Tenemos empresas de la industria alimentaria de gran éxito (alguna multinacional y alguna otra cooperativa). Me pregunto: ¿Sabríamos hacer probable este futuro posible? La industria del 'Metal' debería fabricar maquinaria adecuada (robots y demás) y colaborar en hacer competitiva la alimentaria; pues, si hay que comprar fuera los útiles de producción estaríamos pillados trabajando para foráneos. La formación dual, incluida principalmente la universitaria y la investigación aplicada, deberían ser más que excelentes en la instrucción de las pertinentes tecnologías. Claro que, primero, deberían comprometerse las empresas con ella (a todos los niveles del EQF), o, si no les gusta lo oferta formativa dual, ofertar becas (totalmente gratuitas) al extranjero. Pues: o eres victima y te extingues, o superviviente. No será fácil, pero hay que reaccionar todos juntos.

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