Apoyo incondicional al señor J. L. García Sánchez-Pardo
Estimado padre de Saúl: Desde aquí quisiera transmitirle todo nuestro apoyo como padres de otro chaval que debutó con diabetes tipo 1 a los 14 años.
Desde febrero de 2015 esta intrusa de enfermedad se introdujo en nuestras vidas sin previo aviso, como hallazgo casual en un ingreso hospitalario por una infección respiratoria de vías bajas. Nuestro hijo no llegó a deteriorarse, no adelgazó mucho previamente (ya había pegado un gran estirón dos años antes), no tenía mucha sed ni mucha hambre y tampoco se pasaba el día orinando. Cuando se presentan todos estos síntomas deben alarmarse familias y profesionales sanitarios, ya que indican una sospecha de debut diabético tipo 1.
Para no extenderme, sólo le diré que estos críos que padecen esta enfermedad de origen autoinmune se hacen disciplinados en todos los aspectos de su vida y asumen esta patología crónica infinitamente mejor que sus padres, ya lo irán viendo ustedes.
Nacho, futbolista del Real Madrid y de la selección española, es diabético tipo 1 desde crío, tal como él mismo divulgó en un precioso reportaje televisado, y apoya a los niños diabéticos de la Comunidad de Madrid, que ven en este campeón todo un ejemplo a seguir por su tesón, disciplina y logros deportivos. El deporte es indispensable para estos niños porque reduce de forma significativa las necesidades de insulina externa y retrasa muy a largo plazo las primeras complicaciones de esta enfermedad.
En redes sociales existen varios grupos de padres de niños diabéticos que nos apoyamos mutuamente, y se ha creado una plataforma que reivindica exactamente lo que usted reclama a nivel nacional. Como padres vemos un agravio comparativo el que no se financien por parte de la sanidad pública el monitor y los carísimos recambios quincenales de medición continua de glucemias, mientras que ya se incluyen, por ejemplo, todos los tratamientos médicos, quirúrgicos y farmacológicos de otros chicos y chicas que precisan un necesario cambio de sexo (con mi total respeto y apoyo para los padres de estos chavales).
Por último, sólo decirle que personalmente nos va bien relativizar y queremos ser optimistas. La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que aún no tiene cura, pero los estudios sobre su origen autoinmune y su tratamiento en los últimos años han avanzado tan exponencialmente que se van abriendo expectativas a medio plazo con vistas a reducir los pinchazos y las dosis diarias de insulina. Además, la gran variedad de alimentos que ofrece la dieta mediterránea acostumbra a estos niños a una alimentación sanísima.
Y le puedo asegurar que nuestros hijos son afortunados, porque, aunque crónica, la diabetes tipo 1 tiene tratamiento a nuestro alcance en este Primer Mundo, y bien controlada hará de Saúl un adulto responsable. Un abrazo cariñoso para ese verdadero campeón.
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