Periodismo que no cuestiona nada
Hablo de un artículo de Carmen Posadas en la revista semanal que este diario complementa los domingos. Allí les pone a caldo señores periodistas. No soy yo u otro que pasaba por allí, es una escritora que ve y dice lo que observa atónica dentro del periodismo actual en España, no así en otros países donde pone ejemplos de cómo entrevistan a Puigdemont y separatistas en Alemania, Suiza, Belgica o Dinamarca y cómo lo hacen aquí, donde sueltan sus soflamas y se aseguran abrir todos los telediarios, el periodista asiste con el micrófono en ristre, asintiendo con la cabeza, tolón, tolón sin cuestionar nada de lo que dice.
Se hace cómplice Carmen Posadas de un artículo de Javier Cercas (escritor y profesor universitario) donde decía que, en una democracia, una de las funciones fundamentales de los periodistas consiste en fiscalizar el poder, desmontar mentiras y confrontar en entrevistas, debates u opiniones allí donde ellos ejercen de anfitriones o colaboradores.
Cómo dicen estos dos escritores, gran parte de la población se informa a través de la televisión y, nos guste o no, lo que esta recoge es lo que queda como "verdad" y que por eso es lamentable que, salvo honrosas exenciones, los únicos que han puesto en apuros a los secesionistas han sido periodistas extranjeros. Esto es trasladable a cualquier otro medio de información en España (salvo excepciones) donde impera la comodidad informativa, sin meterse en líos, mejor sin crítica alguna, que cada cual suelte lo que quiera en mi periódico, radio o televisión que será publicado cómo verdad sin replica, contraste y debate; sin darse cuenta que los lectores y espectadores se dan cuenta de tanta falta de profesionalidad. Solo caben sencillos y placenteros relatos de copia y pega y agradecimientos, sacados de un mundo yupi que todos sabemos no complican la vida de nadie. Lo que parece un rellenar páginas y tiempo en el medio informativo, se convierte para el espectador, oyente y lectores un hastío de ver cómo el periodismo cae en las redes del poder y la mediocre sencillez sin complicaciones.
Algunas veces algunos hemos criticado algo parecido, no somos Posadas o Cercas, pero si vemos que ocurren esas cosas, se dejan páginas enteras por ejemplo a Cuentacuentos, Caunedo, Monjas, Obispos y Arzobispos, sin que nadie contrario a sus soflamas escriba al lado la controversia necesaria, ya que la "verdad" 'no es una sola' cuando lleva ideología de interés personal. Y, lo aún peor, las críticas a medios y profesionales, al no estar acostumbrados a la crítica y ser criticados, les sientan fatal y si pueden la ignoran aun cuando pretenda ser constructiva.
Está muy bien que hablen todos, así decía Carmen Posadas en su artículo, faltaba más, pero la obligación de cualquier informador es reaccionar cuando se dice algo que es flagrantemente mentira. Y sigue diciendo, que no solo porque el que calla otorga, sino porque, si ustedes dejan de ser fiscalizadores del poder, se convierten en sus mejores propagandistas.
La prueba la tenemos con esos padres que se pasearon por las televisiones pidiendo dinero para operar a su hija en riesgo de muerte y resulta que era todo mentira ¿Cómo es posible que esa cadena, esos profesionales sin información veraz y contrastada, dejen y apoyen a cualquiera dejándoles el escenario de una televisión para engañar a los espectadores? ¡Profesionales de pacotilla no peores que muchos otros!
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