Covadonga y los 1.300 años del Reino de Asturias
Los pueblos que conocen su historia, sus mitos y leyendas valoran su propia identidad y celebran colectivamente los hechos memorables de sus antepasados. Este año 2018 se conmemoran los mil trescientos años del origen del Reino de Asturias cuya realidad histórica, cultural, política y religiosa colocó a Asturias entre las naciones coetáneas más creativas y singulares de la Alta Edad Media europea.
La conmemoración del origen del “Asturorum Regnum” es una efeméride cargada de simbolismo que todo pueblo estructurado celebraría un tal acontecimiento con notorias manifestaciones de entusiasmo y sacaría conclusiones interesantes y positivas de su significado. No está siendo así en el caso de los asturianos, que vemos trascurrir sin pena ni gloria una efeméride que se refiere a una parte importante de nuestra historia particular unida a uno de los lugares más emblemáticos y míticos de Asturias.
El irrelevante ¬¬¬interés de nuestros representantes en las instituciones, la improvisación, la banalidad de simposios cargados de tópicos, dirigidos en ciertos casos por ponentes diletantes, evidencia, una vez más, la política destructiva jacobina que se viene realizando en Asturias, a corto y largo plazo, para despertar sentimientos de inferioridad e inseguridad ante el valor de la propia identidad cultural, con el fin de desarraigarla y destruirla.
Con estos antecedentes es fácil comprender la indiferencia de los asturianos ante unas conmemoraciones cuyos organizadores oficiales hablan del origen del Reino de Asturias referido a una realidad nacional que no es la asturiana.
El origen mítico del Reino de Asturias en la cueva del Auseva, lugar de sacralidad telúrica anterior al cristianismo, es un hito importante de nuestra larga historia, pero la nación “gens” de los asturianos es anterior a las invasiones musulmanas, suevas, visigodas y romanas.
La “gens astura” siempre estuvo abierta a las corrientes atlánticas y, en la Alta Edad Media, a las europeas, manteniendo en este período histórico la identidad y libertad de sus instituciones políticas y eclesiásticas en sintonía con los movimientos de pensamiento y de creatividad europeos. Asturias fue a partir del mito covadonguista el único reino autóctono por espacio de varios siglos de la península Ibérica.
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