¡Váyase, señora Fernández! ¡Váyase ya!
Como simpatizante del Partido Popular me veo en la obligación de denunciar lo que considero un flaco favor a los intereses electorales de este partido en Asturias y en Oviedo y una falta de respeto intolerable a los afiliados y simpatizantes de la capital de Asturias.
El PP tiene un grave problema en esta región; un problema que tiene nombre y apellido: Mercedes Fernández. Desde que llegó, un tanto al estilo Pedro Sánchez, su gestión ha ido conduciéndonos al fracaso y, pensando en la cita electoral de 2019, yo diría que hasta al abismo, porque es imposible tener peor cartel electoral que ella.
Ha sido incapaz de plantear y gestionar un proyecto atractivo para la sociedad, lo que no es nada raro desde el momento en que ni siquiera lo ha hecho para los afiliados y simpatizantes del PP. Y, por si eso fuera poco, se ha empeñado desde su llegada en sembrar la confrontación y la división en el PP asturiano. Ha destrozado las organizaciones de Gijón y Avilés, imponiendo su voluntad sin diálogo ni consenso, y ahora lleva meses afilando los dientes para morder a la organización de Oviedo.
Sus últimas declaraciones y actuaciones apuntan a que ya han comenzado sus puñaladas para provocar a la dirección del PP de Oviedo y es de temer que, al final, provoque un cisma que va a dejar al PP en la ruina. No entiendo cómo Casado y los nuevos dirigentes del partido le siguen permitiendo a esta señora tan mayor, políticamente hablando, que haga lo que le viene en gana y menos entiendo que ella promueva este cisma que lo único que va a hacer es enterrar, aún mucho más de lo que ya lo están, sus resultados electorales.
Una persona que primero apoyó a Cospedal, luego traicionó a Cospedal para apoyar a Sáenz de Santamaría y, finalmente, pretende pasar por la más leal y estrecha admiradora de Casado, lo único que demuestra con tanto baile es que está de más en el nuevo PP que parece querer poner en marcha el nuevo presidente.
Además, ella, que tanto disfruta hablando de renovación, debería dar ejemplo y marcharse de una vez por todas para su casa después de tantos años viviendo de la política y sus aledaños. No me cabe ninguna duda de que si Casado no la quita como candidata en Asturias –con las buenas opciones que tendríamos–, va a cosechar el peor resultado electoral de este partido en nuestra región y tendrá que dimitir la misma noche electoral.
Pero ella ya es mayorcita y si quiere perder, que pierda. Lo que no pueden consentirle los afiliados del PP en Oviedo es que con sus ataques y persecuciones acabe por impedir que los populares vuelvan a la Alcaldía para bien de Oviedo. Y el PP no logrará vencer de nuevo en Oviedo si se provoca un cisma interno en el partido y si se impone a candidatos que el único valor que tiene es su grado de sumisión a Mercedes Fernández.
Parafraseando a Aznar: ¡Váyase, señora Fernández! ¡Váyase ya! Y deje que las organizaciones ganadoras como la de Oviedo –lleva ganando todas las elecciones desde 1991– hagan su trabajo y elijan a sus candidatos para volver a ganar y recuperar el gobierno municipal de Oviedo.
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