Las insuficientes pensiones de viudedad
Con el título de "Las pensiones de viudedad", LA NUEVA ESPAÑA del pasado 10/10/18 publicaba una carta de un lector asiduo a esta sección del lector, y en ella proponía algo que a mi entender sería muy plausible si el sistema de pensiones nadase en la abundancia, pero sabido es que desde hace algunos años más bien es todo lo contrario, está en números rojos, y además tienen déficit de caja año tras año.
El lector en cuestión dice que ya tocó este tema alguna otra vez y que recibió cartas de viudas felicitándole por su propuesta. ¡No me extraña! Son legión las viudas que cobran una pensión de miseria que no les da ni para llegar con limitaciones a mitad de mes. Por tanto proponer que se les mejore la pensión es muy de agradecer, y creo que es algo que todas ellas verán con buenos ojos, pero de ahí a proponer, como entiendo, que este señor hace, que la pensión que tenía el esposo al fallecer pase íntegra a cobrarla la viuda me parece algo muy discutible.
Hacer algo así, que me perdone este señor (nada tengo en su contra) pero con todo respeto, creo que sería tanto como aceptar que esas señoras en lugar de un ser vivo como esposo tenían algo así como un jarrón o florero de adorno, que no consumía ni les costaba un solo euro al mes. Las pensiones de viudedad después de la última reforma representan el 56% de la base reguladora de la pensión que tenía el cónyuge en vida, y en ciertos casos pueden llegar al 70%; las que tienen la pensión mínima bien merecerían que la propuesta de este señor fuese tenida en cuenta, pero hombre, si el esposo cobraba la pensión máxima (hoy fijada en 2.614,96) ya me parece algo muy discutible. Quiero pensar que todos deseamos lo mejor para nuestras esposas, pero como el sistema de pensiones está como está, creo que no debemos dar pie a que alguien acabe confundiendo el deseo con la realidad.
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