Javier Fernández abre la campaña
El secretario general de la FSA, con unas declaraciones efectuadas en una cena organizada en El Franco por socialistas de la zona, ha abierto la campaña electoral para las elecciones de próximo año en Asturias. El todavía virtual, pero seguro, candidato a la presidencia del Gobierno del Principado parece que está bastante preocupado porque no va a ser Ovidio Sánchez, sino Alvarez-Cascos el candidato del PP. Aunque ni el Partido Popular ni don Francisco han dicha nada oficialmente, parece que la dirección socialista lo da por hecho. Nos queda, pues, una larga campaña donde, a buen seguro, nos divertiremos mucho. No sabemos si tendrán algo que ver los aromas etílicos del vino de la susodicha cena con las cosas que dijo don Javier. Acusó a Cascos de ser uno de los culpables de la burbuja inmobiliaria, estamos de acuerdo, pero no creemos que sean precisamente los socialistas los que puedan criticar eso. La crisis económica que, como todo el mundo sabe, tuvo como detonante los impagos de las hipotecas, surgió cuando el PSOE y Zapatero ya llevaban cinco años en el Gobierno y no solo no corrigieron los errores cometidos por el PP, al contrario, también se subieron al carro de la especulación y el dinero fácil, para algunos, claro. En Asturias, además, el PSOE llevaba en el gobierno varias legislaturas y, con empresas como Sogepsa, donde el poder socialista se alió con los empresarios del ladrillo, se cometieron todo tipo de fechorías, de lo que son testigos principales los muchos ciudadanos expropiados para que unos cuantos listos se enriquecieran a su costa. El señor Fernández estaría mejor callado con este asunto porque si nos ponemos a tirar del hilo puede haber muchos disgustos. La otra perla que soltó Fernández fue la de las pensiones, en concreto el aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años, que ya ha tenido una respuesta contundente de los ciudadanos y los sindicatos. Divagó sobre el asunto argumentando que variaría en función de la ocupación, del oficio, del trabajador. Tengo que esbozar una sonrisa cuando recuerdo lo que dijo alguien sobre el tema: me parece bien eso de la discriminación en función del oficio, para jubilarse o no a los 67 años, porque yo, que soy actor porno, como que no me veo. No tenemos claro quién sería el que dictaminara que profesional se tiene que jubilar antes o después, eso sí, lo que sabemos es que con muy pocos años de parlamentario o de ministro uno se retira con una buena paga. Las arcas del Estado hay que contemplarlas como un todo. No es verdad que exista la necesidad de elevar la edad de jubilación si se acaba con el fraude fiscal, con las prejubilaciones y con las pensiones no contributivas, salvo en casos de extrema necesidad. Algo similar es lo que ocurre con la Sanidad, donde no puede continuar la gratuidad de los medicamentos para personas con holgados ingresos, sean o no pensionistas, ni se pueden dar caras prestaciones a gente que no cotiza a la Seguridad Social, pero que sí tiene ingresos. Ya se está dando la picaresca, por ejemplo, de inmigrantes que acuden a España a operarse gratis total, incluso de otros países de la UE. El límite de la solidaridad es el peligro de grave deterioro o incluso de la futura desaparición del sistema público de salud.
Lo que Asturias necesita son propuestas valientes, argumentos que puedan convencer a los electores. ¿Qué se piensa hacer para dar solución al drama que viven los mas de 84.000 parados que tenemos? ¿como se piensa pagar la deuda, de vértigo, que tiene la administración pública del Principado? ¿cuales van a ser los sectores de vanguardia y con futuro por los que se va a apostar en esta región? ¿por qué modelo de energía nos vamos a decidir? ¿cuál va a ser nuestra política medioambiental?. Estas y otras preguntas, también de importancia, son las que tienen que responder los partidos y los candidatos que esperan ganar nuestra confianza. Ya estamos hartos de descalificaciones y politiquerías.
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