La madreña sabionda, buen nombre para unos premios
Denominarse "Princesa de Asturias" es encumbrar una institución que ya trae controversias en sí misma. Una casa real con dos de los más altos cargos: jefatura de Estado y fuerzas armadas que se heredan cómo una propiedad entrando en contrasentido con los principios y valores fundamentales de una democracia.
Los que defienden este sistema de monarquía parlamentaria recurren al tópico que fue votado y refrendado en las urnas, cuando estaba todo el paquete incluido en la Constitución y veníamos de cuarenta años de dictadura, cualquier cosa que nos pusieran delante mejoraba lo anterior. La mayoría de españoles de la actualidad no votaron aquella constitución, por ello, es necesario darle un repaso en firme y cambiar entre otras cosas que cada cuatro años se vote al Jefe del estado, sea Rey o perico los palotes.
Los premios Princesa de Asturias tienen que tener un carácter destacable dentro de la sociedad en qué vivimos, no pueden ser ajenos a las calamidades, reivindicaciones y manifestaciones de miles de asturianos que van perdiendo el empleo (ahora Alcoa) los policías y guardias civiles que piden igualdad de salario, pensionistas, listas de espera, las mujeres que se sienten explotadas, etc. En una palabra, las familias 'ahogadas' a las que se deben todos aquellos que acuden a este acto desfilando con pomposidad y despilfarro (presidentes, ministros, alcaldes, concejales, diputados...). Ustedes no tienen vergüenza, antes de ponerse a desfilar delante de quienes les aclaman y aplauden, deben elevar la mirada y el oído unas filas más atrás, percibir y recibir aquellos que les piden un poco de por favor y pudor. Resulta que premian a quienes destacan en materias variadas por el mundo por su saber, entrega y resultados al mismo tiempo que ustedes son unos apoltronados, inactivos e inútiles de cuidado, incapaces de consensuar entre ustedes para mejorar la vida de los todos, todo lo hacen por interés personal o electoral. Son capaces de entregar premios a quien luchan contra la desigualdad y los derechos de los demás, y ustedes tan tiesos 'sin pudor' dando medallitas a la buena gente.
La culpa no es de ustedes, es de quien va a aclamarles y aplaudirles por las aceras. ¡Hay que ser memos! Ese exceso de pasarela, con los mismos invitados de siempre sale de nuestros impuestos. Mientras ustedes lo pasan fatal para llegar a fin de mes, van a ensalzar a esta banda enchufados que solo están para ellos llenar su barriga. ¡Cuando aprenderemos! si para el año que viene nadie fuera a verles, se pensarían muy mucho si todo eso va en consonancia con la situación de la región.
No vale decir que la fundación princesa de Asturias es una institución privada sin ánimo de lucro, ya que, reciben partidas importantes de ayuntamientos y gobiernos, además del uso del patrimonio de todos, con toda la preparación cómo la seguridad que es sufragada por todos aquellos que aplauden a rabiar a estos privilegiados, cuando entre ellos, están los que debieran facilitarle a ustedes pensiones, trabajo y salario digno.
Ustedes aplauden a rabiar por ejemplo: a la compi yogui "(miss you!!!)" 'merde' cómo ella se dirigía a la prensa para darle ánimos a su amigo imputado en varios procesos de corruptela. ¿No sienten caer su baba por la solapa de quienes vitorean? ¿Soy duro? Con respeto hacia todos, incluidos la "buena gente" que disfruta aplaudiendo a esta pandilla de innecesarios, ¡que se les va hacer! Son felices unas horas percibiendo lo bien que viven otros, aunque luego vaya para casa a pasar frío por no poder pagar la calefacción.
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