La España cristiana
Dispuestos a acabar con el catolicismo, en esta tierra nuestra hay muchas instituciones, muchos políticos, muchos ciudadanos, muchos educadores, muchos comunicadores, muchos ideólogos. Y los cristianos, por lo tanto, en España no podemos seguir anclados en la comodidad pensando que los demás resolverán nuestros problemas.
Nuestra misión es defender el tesoro de la fe que hemos recibido, el tesoro de la creencia en un Dios que se hace hombre para rescatar nuestras vidas del abismo de la muerte y del abismo de una eternidad sin sentido.
Hoy por desgracia, repito, hay muchos dispuestos a quitar de nuestras vidas, de nuestras costumbres, de nuestras tradiciones, de nuestra educación, de la vida de nuestros hijos ese inmenso tesoro de nuestra fe. Y habrá muchos cristianos indiferentes a los que les de igual, pero hay otros muchos qué debemos estar dispuestos a luchar, lucha de paz, -pero en primera línea de batalla- para conquistar, o reconquistar, ese gran don recibido.
Hoy puesto que hay muchos: entendidos, o sabiondos, dispuestos a pisotear nuestras creencias, a vaciar de contenido la rica doctrina de Jesucristo, a conseguir que las leyes vayan por otro camino distinto del que Jesucristo vino a enseñarnos; nosotros -ante esto- tenemos que decir que no. ¡No! No con las palabras y no con las obras; para que de esta manera los enemigos de la Iglesia no consigan el objetivo qué tan firmemente, ellos y ellas, se han propuesto.
Eliminar la religión; quitar la fe de los corazones de las personas; vaciar el alma; materializar toda la existencia; conducirnos al abismo, al caos, a la destrucción; llevarnos a la sinrazón de un ateísmo para nosotros destructor y maligno no les será tarea fácil.
Quieren que vivamos como pagamos: ¡pero no!; porqué el paganismo es contrario a nuestro concepto de coherencia, a nuestro concepto de vida, a nuestro global concepto de existencia y no estamos dispuestos.
Los cristianos necesitamos a Dios. Dios es nuestro tesoro y no lo podemos perder, aunque lo intenten de todas las formas posibles los que viven de espaldas a lo sobrenatural.
Dios. El Dios que es amor, qué es felicidad, que es paz, qué es libertad, qué es verdad, qué es autenticidad. Ese Dios que lo es todo, nos pertenece.
Dios: Nos pertenece aquí, nos pertenece ahora, y nos pertenecerá siempre. Y nadie nos podrá usurpar ese primordial derecho.
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