Franco, ese lío
Un capítulo más de este interesante serial con los huesos de Franco, que cumple sobradamente, todos los requisitos del esperpento.
Dª Carmen Calvo Poyatos, de Cabra, superferolítica vicepresidenta del gobierno, con la audacia y soberbia que le caracterizan, pretendía apuntarse un éxito de relumbrón, consiguiendo que fuera el Santo Padre, máximo representante de la Iglesia, quien, cual si de una ONG subvencionada se tratara, sacara a Franco del Valle de los Caídos y trasladara sus restos directamente a una cuneta -a ser posible-, sin pasar, en ningún caso, por la Almudena.
Vano intento, sin que se le vieran las costuras a la Sra. Calvo Poyatos ¡vive Dios! El Papa Francisco ha dado cristiano esquinazo, a nuestra "vice" recién inyectada de bótox, siendo derivada al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, que la recibió amable y educadamente, a pesar de que "iba totalmente inapropiada, con una estética discutible".
La "vice", encargada de Memoria Histórica y de Igualdad, frustrada por el fracaso de la misión, de regreso a España, declara: "Lo que acordamos con el Vaticano, fue estar de manera conjunta, tanto el Gobierno como la Iglesia, para encontrar una salida que obviamente, no puede ser la Almudena".
Le faltó tiempo a la Oficina de prensa del Vaticano, para emitir un comunicado oficial, diciendo que no habían acordado nada: «La Iglesia no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes; pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación.
Si me permiten la autocita, a primeros de setiembre, en este mismo foro, avisaba a todos los afectados por el virus desenterrador: ¡Que no toquen los restos de Franco! He visto Parque Jurásico, y puede pasar de todo, escribía. Lo mantengo.
Desde que en junio -nada más llegar a Moncloa-, Pedro Sánchez anunciara la exhumación de Franco, éste se ha revuelto en su tumba del Valle de los Caídos, donde descansaba plácida e inofensivamente, y su espíritu militar se ha levantado en otra cruzada "contra los del 36", no dando un minuto de respiro a las huestes socialistas y de extrema izquierda, que en su desesperación, al borde de un ataque de apoplejía, amenazan a la Iglesia con la Ley de Memoria Histórica, de 2007 (misión imposible), con la no prescripción de los delitos de pederastia, la revisión de la exención del Ibi que la Iglesia Católica tiene -igual que las sedes del PSOE o las embajadas, por ser instituciones con fines sociales y sin ánimo de lucro-, y como colofón, una relación de bienes que pueden ser discutidos y arrebatados a la Iglesia, por defectos en la inmatriculación.
Todo con tal de evitar que Franco acabe en la Almudena.
Me pregunto: Si el gobierno no quiere que el dictador vaya a la Almudena, y el dictador no quiere ir a la Almudena (está muy a gusto donde está) ¿a qué tanto lío, después de 43 años?
Es indubitable que la estupidez hoy en día, está masificada. Así, mientras los monigotes freedom-fighters de la izquierda hacen la ola a presidente y "comandante", aviesos multimillonarios, grandes rentistas y magnates simulan gran enfado y decepción por las simuladas subidas de impuestos.
Otros simulados beneficiarios de políticas sociales, simulan estar contentos con la subida del salario mínimo y las "vacaciones" de paternidad, sin reparar en que nada es gratis en la vida. Hasta respirar tiene efectos secundarios, y los ciudadanos de este otrora glorioso país, si Sánchez no reflexiona -cosa que hace hasta dos y tres veces al mes- pagaremos hasta por respirar. Al tiempo.
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