El vacile nacional
"Lo ocurrido el 7 de septiembre en el parlamento de Cataluña se puede entender como un delito de rebelión". "Lógicamente, es un delito de rebelión". "Clarísimamente ha habido un delito de rebelión" (Pedro Sánchez, 17 de mayo, de 2018)
Viendo cómo el presidente Sánchez huye de su palabra, como alma que lleva el diablo, no es de extrañar que hoy, 5 meses más tarde, este Gobierno, que ya había amagado con no apoyar internacionalmente al juez Llarena, haya forzado el cambio de criterio en la Abogacía del Estado, que sólo acusará a los procesados del 1-O, por sedición y malversación, no por rebelión, como sí hará la Fiscalía (menos mal).
¿Un culpable? Rajoy, sin duda. Teniendo mayoría absoluta, no restituyó la ley de Aznar del 2003, derogada por Zapatero, y que penalizaba con 5 años de cárcel los referéndums ilegales. De aquellos vientos, estas tempestades.
Preocupémonos seriamente, porque lo que está ocurriendo en nuestro país actualmente es para temblar; una mezcla de estupor, miedo e inquietud.
Es para temblar, pensar que quizás "alguien", con el cerebro lleno de tumores malignos inextirpables, obligue a la Fiscalía a cambiar el paso.
Es para temblar que quizás "alguien", sádico extremadamente creativo, proponga directamente el indulto para los facinerosos.
Es para temblar, que quizás "alguien", absolutamente tóxico, un buscavidas, un psicópata del poder, reviente los cimientos de nuestra joven democracia.
Es para temblar, que quizás "alguien", carente del más mínimo pudor y respeto, enfrente a los españoles con sus padres y hermanos.
Ante semejante perturbación neurótica colectiva, ¿algún ministro que por honor y dignidad, dimita? ¿Borrell, quizás? ¿Nadia Calviño, Margarita Robles, Pedro Duque? ¿Nadie?
Silencio. Silencio y oscuridad.
Previendo que los españoles -no lo descarten- terminemos cruzando el estrecho en patera, me pongo, raudo, mis vaqueros con filtro para las flatulencias, y me voy a la farmacia más cercana, para comprar un tubo de Metoclopramida, ideal para náuseas y vómitos. Quien avisa, no es traidor.
"Si vendes tu alma al diablo, no te quejes cuando venga a reclamar".
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