Los límites del humor
En referencia al sketch de Dani Mateo en "El intermedio" de La Sexta sonándose la nariz con la bandera española y la repercusión que esto ha tenido, se pueden sacar un par de conclusiones. En primer lugar, los medios y el público tenemos que aprender a diferenciar las acciones dentro de un contexto particular con un ambiente cómico y divertido -como es un programa de humor- de las acciones que se llevan a cabo como reivindicación o como provocación. Ambas no pueden tener las mismas consecuencias porque su marco y su intencionalidad es diferente. En segundo lugar, los humoristas con cierta exposición en los medios de comunicación también deben comprender que no puede valer todo a la hora de representar un sketch cómico. En el ámbito privado o incluso salas con reducido público es comprensible recurrir al humor más macarra y chabacano para arrancar carcajadas, pero cuando se utiliza como altavoz una red social o un medio de comunicación masivo deben comprender que su actitud puede herir muchas sensibilidades y que sus acciones pueden tener consecuencias. Dicho todo esto, humoristas, medios de comunicación y audiencia deberíamos no tener la piel tan fina, ya que al final lo único que conseguimos es dar mucha importancia a cosas insignificantes en lugar de preocuparse por los temas que de verdad afectan a la población.
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