La Nueva España » Cartas de los lectores » Tribuna » Una gran fadista de posible raíz noreñense

Una gran fadista de posible raíz noreñense

11 de Noviembre del 2018 - Ángel García Prieto

Este año es el centenario del nacimiento de Maria Teresa de Noronha, que llega a ser una de las mayores figuras míticas del fado, junto con Alfredo Marceneiro y, por supuesto, la gran Amália Rodrigues, pues fue la primera aristócrata dedicada a dicha poesía musicada portuguesa. La más popular y la que mejor cantó el fado hidalgo, el fado noble, por oposición al plebeu o popular. Maria Teresa do Carmo de Noronha Guimarães Serôdio (Lisboa, 1918-1993), nacida hidalga por ser descendiente de la estirpe brasileña del título de Paraty, se casa con el conde de Sabrosa y pasa a ser una respetada y afamada noble que además cantaba fados muy bien.

Con un estilo distinguido y elegante, al que acompañaba su timbrada voz y la acertada elección del repertorio de músicas y letras, llega tras muchos años de dedicación a ser considerada la gran dama del fado y pasa a la historia portuguesa de este género musical y poético como una de las figuras más representativas.

Su tío abuelo, cantante y tocador de guitarra -conocido como “Baté” entre los íntimos-, fue el antecedente familiar y, además, su marido, el conde José Antonio Barbosa de Guimarães Serôdio, también era un notable guitarrista y aficionado al fado, que escribió algunas letras y músicas para el repertorio de su mujer y de otros fadistas. Maria Teresa de Noronha comienza a cantar en círculos de amistades, y llega a grabar su primer disco en 1939, con el título de “O Fado dos cinco estilos”. A la vez se inauguró un espacio en la Emissora Nacional de Radiodifusão, en el que durante veintitrés años consecutivos, tras una guitarrada introductoria, Maria Teresa de Noronha canta cuatro fados cada semana.

SUMARIO: En el centenario de Maria Teresa de Noronha

Su estilo, marcado por la elegancia, se mantuvo siempre dentro del repertorio de fados clásicos, escogiendo letras adecuadas a su nota distintiva, alguna de las cuales escribió ella misma, como el célebre “Corrido antigo” o el “Fado das horas”, que es ahora muy usado también, entre otros, por fadistas jóvenes. Aunque sea considerada una fadista hidalga, nunca cantó letras de tradición taurina, muchas veces ligadas al tradicionalismo monárquico, ni tampoco el que se llegó a calificar fado aristocrático, de tendencia política nostálgica.

Sus temas poéticos tienen un acento intimista, giran en torno a las dificultades y fatalidades del destino en el amor y también alguno a la devoción religiosa cristiana, como este titulado “Quatro versos”, con la música del fado corrido y una letra muy piadosa de M. Barrios, que pasada al español dice: “El cuarteto que conozco / que mayor amor traduce / fue escrito por Jesucristo / en los brazos de la cruz. / Hay cuatro versos nada más / que ese poeta divino / escribió con sangre su himno / el himno de toda la gente. / Es un prodigio de amor / el poema que traduce / la ternura de Jesús / con el pobre pecador. / Versos de sangre y de luz / que los poetas cantan / escribió para salvarnos / en los brazos de la cruz”.

Su dedicación al fado nunca estuvo marcada por razones mercantiles y actuó, además de en reuniones de amigos y familiares, en teatros, galas y otras fiestas que tenían finalidad altruista. A través de embajadas de Estado cantó con notable éxito en Barcelona, Madrid, Londres o Mónaco. Grabó discos en varias ocasiones, desde 1946 hasta el final de su carrera musical en 1973. Muchas veces promovió espectáculos de fado que ayudasen a necesitados, hasta llegar a fundar una institución de ayuda social denominada el Aposento do Barrete Verde, en la villa de Alcochete (Ribatejo), donde tenía raíces familiares.

Quizá sea pertinente decir aquí que el apellido portugués Noronha -pronunciado “Noroña” en portugués- apareció en el país luso, se dice, cuando la familia del conde de Gijón y Noreña, huyendo de la guerra civil del siglo XIV entre los Trastámara, se afinca en Portugal. En la actualidad no son pocos los apellidados allí de esta manera. Y hay un noble portugués, Marcus de Noronha, que hace unos años reivindicaba el título de conde de Noreña, aunque el tema no parece estar del todo zanjado. Sobre esa cuestión, este mismo diario LA NUEVA ESPAÑA, el día 14-05-2013, publicó un estupendo artículo firmado por Franco Torre, con motivo de la visita de Marcus de Noronha a la Villa Condal.

Cartas

Número de cartas: 45133

Número de cartas en Abril: 149

Tribunas

Número de tribunas: 2037

Número de tribunas en Abril: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador