Dr. José Ramón Curto in memoriam
El pasado viernes día 16, fallecía en San Sebastián, en el transcurso de un Congreso de Dermatología, el Dr. José Ramón Curto.
El sábado, en la noticia de LA NUEVA ESPAÑA sobre esta para todos triste desaparición, ya se ha hecho una glosa de su enconado espíritu por conseguir una atención en la que el objetivo prioritario era el beneficio del paciente.
Desde la perspectiva profesional de un representante de la Industria Farmacéutica, siempre quedará en el recuerdo la consulta sin final que el Dr. Curto ponía en marcha cada día en el Centro de Especialidades de Mieres y a la que no daba fin hasta que el último paciente era atendido correctamente, con el tiempo que necesitase, aunque él fuera el último en marcharse del centro. También tenía tiempo para atendernos a nosotros, los visitadores médicos, con respeto y amabilidad porque ésos eran rasgos de su identidad.
El Dr. Curto debe ser recordado como un médico en el sentido estricto del término, soporte necesario de sus pacientes, humanista de la Medicina, un médico en constante formación y transmisor de conocimiento.
Fue impulsor del reconocimiento de la Medicina asturiana y de sus protagonistas, dando valor a quienes incluso en Asturias habían comenzado a olvidarse. Pero especialmente, y como dermatólogo, buscaba la proyección de la Academia Asturiana de Dermatología, antaño una de las entidades con más solera de la Dermatología española.
Resultado de su afán por conseguir beneficiar al paciente, y desde el primer momento, se sumó al proyecto de Escuelas de la Atopia, en las que se pretende educar al paciente atópico (generalmente en edad infantil) en el conocimiento de su enfermedad y en mejorar su calidad de vida. Representantes de la Fundación para la Dermatitis Atópica incluso llegaron desde Francia para conocer de cerca su labor... siempre se vio acogido y reconocido por la Fundación. Gracias a la ilusión y al trabajo del Dr. Curto, Asturias había sido pionera en la puesta en marcha de una Escuela de la Atopia en España.
Pero, como ya se indicó en estas mismas páginas, el Dr. Curto era “un verdadero pozo del saber”. No se trataba exclusivamente de dar forma a este proyecto. Asistía a todos los eventos científicos en los que él pudiera adquirir nuevos conocimientos que luego quería transmitir a otros colegas de profesión y aplicar a sus pacientes. Y en uno de ellos ha sobrevenido su fallecimiento.
Por los años de contacto profesional con el Dr. José Ramón Curto y en agradecimiento al trato y afecto que siempre nos dispensó, a título totalmente particular y personal, me veía obligado a realizar este reconocimiento profesional y elevo mi reconocimiento a su memoria.
Descanse en paz un Gran Médico y excelente persona.
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