Respiramos aire limpio o no hacemos nada
"Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el ambiente de cualquier agente (físico, químico o biológico), o bien de una combinación de varios agentes en lugares, formas y concentraciones tales que sean o puedan ser nocivos para la salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o bien, que puedan ser perjudiciales para la vida vegetal o animal, o impidan el uso normal de las propiedades y lugares de recreación y goce de los mismos"
Según las últimas noticias, nos dicen: Que unos 15 millones de personas en España respiramos un aire que la Unión Europea, considera insalubre. Más de la mitad de la superficie de España sufre niveles de contaminación muy alta por dióxido de nitrógeno, partículas u ozono por encima de los límites considerados seguros. Para algunos todavía es pronto para tomar medidas y claman contra el Gobierno y la ministra de Ecología por anunciar que para el año 2040 se dejara de fabricar coches, de gasolina y diésel, dando un plazo de 10 años más para ajustarnos, hasta el 2050.
Las térmicas en Asturias y el carbón son un foco de contaminación y tendríamos que pensar, ¿Qué es mejor respirar aire limpio o mantener unos trabajos ya de por si caducos o en extinción? Si ya se, que nadie quiere perder el trabajo, pero hay que anteponer la salud y la vida, o seguimos sin hacer nada, sabiendo el riesgo que corremos cada día más grave. Además hay que reconocer que en Asturias contaminamos mucho, nuestra poca industria que aún tenemos esta obsoleta y en malas condiciones, hay que decirlo alto y claro, que el carbón y otros fósiles hoy día son una "Mierda" y por lo tanto hay que buscar soluciones valientes y rápido porque el tiempo se acaba, en España llevamos mucho retraso en estos temas del medio ambiente y cambio climático. En la época de Zapatero se hizo algo con las energías renovables y llevábamos buen ritmo, pero llego el PP y el ínclito Rajoy y como buen negacionista del problema se paró todo y volvimos a la caverna, además "el primo de Rajoy le había dicho que el cambio climático era mentira"
Lo que se propone la actual Ministra para la Transición Ecológica con el borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que acaba de presentar es exactamente eso: cumplir con lo que establece el Acuerdo de París que suscribió el Gobierno de España en 2015. Teresa Ribera es una reconocida activista por el clima que ha sido protagonista en todas las cumbres, su nombre sonó como Secretaria Ejecutiva de la ONU sobre Cambio Climático. Por eso no debería sorprender a nadie su firme determinación para cumplir con los compromisos asumidos por nuestro país.
Visto como se han tirado a degüello toda la derecha cavernícola y algunos medios y periódicos afines a la extrema-derecha, la propuesta de la ministra es urgente. Es más: lo mismo es excesivo prorrogar la muerte veinte años, como se dice. Por cierto, el argumento de que tal propuesta es perjudicial para la industria española es falso. En cinco años, los coches que se venderán en Europa serán eléctricos. O espabilan, o se irán al paro.
"Así, Reino Unido y Francia ya han anunciado que prohibirán la venta de coches diésel y gasolina en 2040. Dinamarca, Irlanda, Alemania y Holanda adelantan la prohibición a 2030 y Noruega a 2025. Por eso algunos fabricantes se están poniendo las pilas (y nunca mejor dicho) para acelerar su reconversión. Volvo empezará a vender tan solo coches eléctricos a partir del próximo año y Toyota suspende la venta de vehículos diésel a partir del mes que viene" (fuente varios medios).
Son muchas las paradojas y contradicciones que nos estamos encontrando por la relación que llevamos con el Medio Ambiente, aunque todos los galones críticos y la batalla se los lleve el cambio climático. No hay más que recordar una de las más famosas y más antiguas citada por pueblos indígenas: "Sólo cuando el último árbol haya sido cortado, sólo cuando el último río haya sido secado, sólo cuando el último animal haya sido cazado, sólo cuando el último monte haya sido destrozado, nos daremos cuenta de que el dinero no se puede comer."
La contaminación mata más que las guerras. Uno de cada seis fallecimientos en el 2015 en el mundo se produjo por la exposición a sustancias tóxicas o cancerígenas que están en la atmosfera, el suelo o el aire. Mueren cada año unos nueve millones de personas.
Avisados estamos, cada uno que lo piense antes de decir: Que la contaminación no mata".
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