Conductas primarias y salvajes
Una muchedumbre se amontona con una mano levantada por encima de la cabeza tratando de captar con el teléfono móvil unas buenas imágenes de la muerte en directo de Alberto y Ricardo, tío y sobrino respectivamente, que permanecen envueltos en llamas ante la puerta de una comisaría. Sucedió a finales de agosto en un pueblo mexicano, cuando un bulo sobre el secuestro de niños y el tráfico de órganos difundido a través de la aplicación de mensajería WhatsApp, llevó a la gente a golpear y quemar con gasolina a dos personas inocentes de las acusaciones de las que fueron objeto sobre la marcha, sin pruebas ni opción a la defensa.
Ricardo estudiaba Derecho, era un joven que creía más en la razón y la palabra que en las emociones colectivas desatadas en forma de brutalidad al calor de la sospecha (fundada, injustificada o incluso malintencionada) y fuera del espacio reservado a la justicia.
De un lado, robótica e inteligencia artificial; de otro, conductas primarias y salvajes. Y echando una mirada a la realidad global, sin visos de mejora general en el horizonte.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo