Llega el fraude negro
Este bombardeo debería ser ilegal. Por tierra, mar y aire nos están machacando con publicidad del black friday, que llega este viernes. Ofertas, ofertas y ofertas en escaparates, sitios webs, vayas publlicitarias, redes sociales y, lo que es peor, en nuestra zona privada, como es el correo electrónico. No hay quien lo pare, pero claro, las ventas crecen cada año y por lo que he leído ya son 3 de cada 5 los ciudadanos que hacen este día sus compras pre navideñas.
No dudo que haya por ahí alguna ganga de las de verdad, ¿pero de verdad qué todo son gangas? No. Y eso es un fraude. Y si no, debería serlo. No sólo por el hecho de que existan, que existen, supuestas ofertas que realmente no son, si no, y para mí es lo más grave, por incentivar la compra compulsiva, con todo lo que ello puede provocar, que no es baladí y debería tenerse en cuenta. ¿No debería controlarse mejor todo lo que envuelve el black friday? Su publicidad masiva, su fraude, su promoción de conductas compulsivas que pueden provocar problemas mayores... Yo creo que sí.
Y por cierto, el black friday si es apropiación cultural y no lo de Rosalía.
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