La ética utilitarista frente a la personalista
La ética utilitarista choca frontalmente con la personalista, basada en la dignidad humana. Se puede afirmar esto en la controversia ética suscitada, con visos de continuidad, por el caso del primer niño de diseño logrado en nuestro país. Una objeción al experimento consistía en si el fin puede justificar la «creación» utilitarista de un ser humano. Pero otro reparo, no menos importante, lo ha constituido el conocer que para obtener el bebé medicamento han tenido que ser «producidos» otros 16 embriones más, según fuentes del hospital del diseño aplicado. Y por si no fuera suficiente esto, tales embriones sobrantes han podido ser destruidos, congelados o utilizados para la investigación, con lo que también se destruyen.
Subtítulo:
¿Hay alternativas éticamente aceptables a los niños de diseño?
Como asegura Justo Aznar, médico y director del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia y en esta ciudad más de 30 años jefe del departamento de biopatología clínica del Hospital La Fe, para producir un niño donante son necesarios muchos embriones y varios ciclos de fecundación. Para crear el primer niño de diseño, Adam Nash (EE UU, 2000), se produjeron 33 embriones en cuatro ciclos de estimulación. De entre 24 sanos se detectaron 5 compatibles, se transfirieron 2 y se implantó uno. En otros institutos de genética reproductiva es igualmente escasísimo el porcentaje de embarazos obtenidos en comparación con los embriones utilizados. En Chicago en 2004 para nueve parejas se utilizaron 199 embriones, 45 resultaron compatibles y se transfirieron 28; se consiguieron cinco embarazos. En el Memorial Hospital de Estambul se utilizaron 1.200 embriones, que produjeron 31 niños nacidos útiles. El tiempo medio para la «producción» de un niño oscila entre 12 y 18 meses, y todo esto considerado como un boyante negocio que mueve ingentes cantidades de dinero. Más allá de estos datos técnicos, lo que hay que valorar siempre en la medicina es, como afirma Aznar, si el procedimiento utilizado es éticamente admisible o no. En todo ello se resalta la preeminencia del modelo utilitarista y se subestima la ética personalista, que sostiene que la vida humana se basa en su propia dignidad, principio ético último que debe guiar todas las acciones biomédicas. Con todo, existen alternativas a estas prácticas.
REPROGRAMACIÓN CELULAR
La reprogramación celular es un importante avance. La inclusión de tres o cuatro genes específicos y mantenedores de las características del estado embrionario en cualquier célula madura del organismo adulto da lugar a su transformación en célula embrionaria o muy similar a la embrionaria natural. Este hallazgo importantísimo de dos científicos, el japonés Shinya Yamanaka y el estadounidense James Thomson, ha supuesto un recurso terapéutico para reponer las células de los tejidos dañados. En este procedimiento no existen problemas éticos o morales, porque se consiguen células madre similares a las embrionarias sin utilizar embriones y, además, se pueden obtener células de todo tipo de tejidos. Igualmente, el recurso a los bancos de sangre del cordón umbilical es muy positivo para el tratamiento de ciertas enfermedades.
Si bien en este momento no se dispone más que de 28.000 muestras en bancos de sangre de cordón umbilical, para garantizar que en nuestro país cualquier niño pudiera ser tratado por este procedimiento harían falta unas 60.000 muestras, según las autoridades sanitarias en esta materia, ya que la primera cifra resulta insuficiente teniendo en cuenta que en España nacen 450.000 niños al año. Es necesario potenciar, pues, este tipo de alternativas moral o éticamente aceptables en la práctica biomédica y en la terapia regenerativa. Esto sí que supone un auténtico progreso de la ciencia que no podemos desaprovechar.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo