Sobre el gato de parranda
A la atención de Carmen M. Basteiro en relación a su artículo titulado “El gato estaba de parranda”, publicado en el periódico LA NUEVA ESPAÑA del día 2 de noviembre de 2018.
Señora Basteiro, habiendo leído su artículo, me ha inundado una profunda tristeza por la falta de rigurosidad y de objetividad, además de la superficialidad que se viene observando en la prensa en los últimos tiempos, cuando antes éste era una medio serio y fiable que utilizaba el público general desde tantos años atrás para ser informado correctamente sobre hechos destacables que les podrían afectar a largo plazo o en su día a día, y al que veo que usted está contribuyendo a cambiar, quitándole la seriedad que se había ganado con el tiempo, con artículos tan frívolos como éste, que sería más digno de una revista de entretenimiento que de un periódico serio.
Ya que se encontraba en el lugar de los hechos trabajando, y supongo que no aconteció nada mejor sobre lo que escribir ese día en Mieres del Camín, podría haber preguntado a la voluntaria qué hacía allí un día de fiesta, sin estar remunerado su trabajo y de forma desinteresada. Por qué se decide a hacer este tipo de voluntariado, de parte de qué funcionarios recibe los avisos y a qué horas de las veinticuatro que tiene el día.
Y si los bomberos intervienen, ¿por qué lo hacen?, ¿la legislación ampara a animales en situaciones de riesgo en lugares públicos por los que algunos vecinos se preocupan y no tienen medios para ayudarlos?, ¿es ético dejar a animales cuya vida corre peligro o moribundos en las calles de Mieres abandonados a su suerte?, ¿se podría mejorar la coordinación entre las distintas partes que intervienen en un rescate para que no vuelva a suceder lo único que cuenta en su noticia objetivo, que los bomberos y la voluntaria acudieron a solucionar un problema que ya había sido solucionado?, ¿cómo debe actuar una persona que encuentra un animal en peligro?
Quizá su artículo podría haber sido mucho más rico, ético y moral y con información útil para el ciudadano si se hubiera planteado e intentado contestar a estas preguntas u otras, ya que de otra cosa no pudo usted escribir ese día, y quizá con un poco de interés hubiera podido dar un giro a esa noticia que puede contener más de la vida que hay detrás de mucha gente y trabajadores de Mieres que intentan hacer esta ciudad un poco mejor. Debería ser un orgullo para nosotros contar con ciudadanos así, antes que sus acciones sean tratadas como irrisorias y superfluas.
Yo personalmente sí estoy orgullosa de tener a gente implicada en labores sociales en mi pueblo, y ojalá todos tomásemos nota y hubiera mucha más, cualquiera que sea el campo social que elija cada uno y deberíamos, al menos, no quitarles mérito, sino darles el reconocimiento merecido.
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