40 años
Antes de que los españoles volvamos a las andadas, de que volvamos a las manos, habría que convocar una manifestación con el lema “Por un presidente no prepotente: elecciones”, y a ver si nos llaman a las generales para elegir a un verdadero presidente del Gobierno. Tal y como están las cosas da la impresión de que quiere que nos peleemos.
Ya es mala suerte, además de penoso y triste, tener que celebrar este cuarenta aniversario de nuestra Constitución con personajes tan malvados y mediocres como los que ahora dicen tener la mayoría en el Congreso, con el señor Sánchez a la cabeza. Cuenta a menudo Joaquín Leguina que uno de sus abuelos, cuando quería explicarle de manera gráfica sobre el hecho de querer salir de un agujero, cuenta que su abuelo le decía que lo primero que debía hacerse era “dejar de cavar”. Según demuestran ciertos socialistas españoles, entre los que no incluyo al señor Leguina, quieren seguir sumando razones que les lleve a perder más votos.
Que se hayan puesto de moda la chulería, el mal gusto y la mediocridad de comportamientos de personas semicultas da un poco de grima. Quizá todo ello puede que no sea más que el pus acumulado de cierta infección. Los síntomas de unas paperas que tengamos que pasar. Pero ya molestan demasiado, y esto cansa y ofende. Desde luego que todo podrá reconducirse mientras disfrutemos de libertad de prensa, esa que alguno de los modernos y vulgares “líderes” demuestra ganas de quitárnosla.
Para terminar quiero pedir, a quien corresponda, que, por favor, retire el doctorado al tal Sánchez por el descrédito y la humillación a la que ha sometido a la Universidad española. Por lo visto, no sabe escribir, pero tampoco supo buscarse quien le corrigiera el texto ni acertó a contratar a un “negro” que se lo redactara. Dicho sea con algo más de respeto del que nos tiene, creo que un tipo como él no nos lo merecemos en el puesto donde está.
Gabriel Alberto Elías
La Agüeria (La Venta), Langreo
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