¿Unos presupuestos insolidarios para Asturias?
Las cuentas presentadas para 2019 a gestionar por el Gobierno asturiano tienen la novedad de ser signadas por tres grupos parlamentarios PSOE-IU-Podemos, y el gesto político indica una tendencia con interpretaciones de lo que debiera ser de diferente en el futuro.
Si dichas cuentas difieren mucho o poco de las anteriores, firmadas por dos partidos, PSOE-PP, son asuntos expuestos a las valoraciones, pero también relativamente sencillo de averiguar y comparar.
A modo de ejemplo, dos de los ayuntaminetos que han avanzado opinión difieren significativamente en el sesgo: mientras Siero muestra ser favorecido por estos presupuestos, Langreo los cuestiona. Es solamente un ejemplo, pero es muy elocuente: en Siero hay una alianza cerrada del PSOE con la derecha de Foro; en Langreo hay un equipo de gobierno IU-Podemos. En la teoría las valoraciones tendrían que haber sido las contrarias.
Y en los asuntos de la solidaridad, ¿cómo es que queda la cosa?
Si se tuviera en cuenta que en estos asuntos de la solidaridad la cooperación y los derechos humanos tienen en la teoría un mayor acercamiento a los postulados de la izquierda, estos presupuestos habrían de tener un avance cuantitativo sobre las cuentas firmadas anteriormente por PP-PSOE.
Y si se tiene en consideración que pocos días antes se había procedido en la JGPA a escuchar en audiencia a una docena de entidades sobre sus opiniones sobre el estado de la cooperación asturiana, lógico sería esperar que esa escucha tuviera resultados.
¿Los tiene? Decepcionantemente no.
Estos presupuestos, los primeros de Adrián Barbón en el liderazgo del PSOE, con foto incluida, no modifican sus políticas de cooperación respecto a lo que se pactó con la derecha en su día.
Estas cuentas avaladas por IU y por Podemos no introducen los cambios que todos los grupos parlamentarios escucharon de las ONG reclamar en sede parlamentaria: que se cumpliera la ley asturiana de cooperación de 2006, que indica mínimo de 0,7% de los recursos propios destinados a la cooperación internacional.
¿Cuál es el motivo verdadero de que el PSOE "nuevo" de Barbón no considere primordial incentivar sus compromisos en materia de solidaridades?
¿Qué razón habrá llevado a la IU de Gaspar Llamazares a no exigir políticas que cuando IU gobernó puso en primer plano?
¿Qué habrá motivado a la gente de Podemos a postergar propuestas que había escuchado de las entidades solidarias y con las que se había comprometido a defender?
En los dimes y diretes para las excusas aparece también en las fotos "negociadoras" la anterior directora de Cooperación Gimena Llamedo, en sus funciones de segunda de a bordo de la dirección del PSOE. E infantilmente se le achacan responsabilidades por haber minimizado la importancia de la cooperación asturiana y la defensa de su paralización. Aunque tal argumento pueda coincidir con lo que sabe de su gestión nefasta, no compagina con la propia responsabilidad de los tres partidos a la hora de poner en su lugar (e intentar recuperar lo que fue en otro tiempo cuando el presupuesto era de 13 millones y medio) las políticas de la solidaridad y lucha contra la pobreza en nuestra tierra asturiana: una bofetada en verdad al aniversario 40 de Gaspar García Laviana, referente que fue y sigue siendo de las Solidaridades potentes de Asturias con el mundo.
Del mismo modo comparativo, "si Gaspar levantara la cabeza" se podría encontrar con un "castigo" al municipio en que vivió, Langreo, que acaba de crear y poner en marcha activa un consejo municipal de solidaridad y cooperación, y con "premio" a otra alcaldía que como la de Siero se ha caracterizado por intentar quebrar la dinámica social e institucional de otro Consejo que lleva funcionando bien desde 2001, pero que "molesta" a los designios derechistas del actual pacto de gobierno local, y que incluso "ha perdido", por negligencia o por decisión antisolidaria, la partida de cooperación de 2018, lo cual debiera ser motivo ético y judicial de investigación por si se derivara delito contra las gentes.
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