El Alcalde se olvida del Campo San Francisco
Desde que era niño he adorado el Campo San Francisco por sus paseos, por sus esculturas, por sus zonas de recreo y por sus recintos de animales. Sin embargo, he podido observar cómo a lo largo de estos últimos años se ha ido deteriorando poco a poco y actualmente se encuentra en un estado deplorable, hasta el punto de que incluso un técnico llegó a calificar su situación como de “abandono”. Resulta entristecedor para mí comprobar que la fachada de la Chucha está llena de suciedad y grafitis, el kiosco de la música se encuentra lleno de andamios desde hace bastante tiempo. Pero sin duda creo que la peor parte se la lleva el Paseo de los Álamos, que se encuentra con su famoso mosaico de Antonio Suarez con partes arrancadas y, además, con un pavimento con múltiples agujeros que han sido rellenados únicamente con cemento sin pensar en una verdadera restauración. Por no quedar no quedan ni los pavos reales, cuyos exóticos colores representaban un símbolo ya característico del Campo San Francisco.
El gran pulmón de Oviedo, ese oasis verde entre tanto hormigón, se encuentra abandonado por el Ayuntamiento y concretamente por el Alcalde. Desde la oposición se solicitaba su restauración, pero desde que llegaron al poder no solo no se ha visto ninguna mejoría, sino que su situación es la peor desde hace muchos años.
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