El Rey y la ley del aborto
Como ya suponíamos, en el Senado se ha dado luz verde también a esta ley criminal, con los votos del PNV y CIU, partidos considerados como demócratas cristianos, lo que ahora nos suena a chascarrillo. De nuevo, ahora en la Cámara alta, abrazos, besuqueos y una ruidosa y esperpéntica alegría entre la ministra Aído, la «interplanetaria» Pajín y demás compañeros y compañeras de escaño y partido. ¡Triste espectáculo! La ley acaba de ser publicada en el BOE, y entrará en vigor el 5 de julio próximo, contra el sentir y clamor del pueblo. Que es mayoría, como en la calle se está demostrando y también en diversos foros y medios, en defensa de la vida que ampara la Constitución.
Como ya suponíamos, y aquí lo hemos comentado («La ley del aborto», 8/01/10), el Rey firmó en barbecho la cuestionada ley, importándole un rábano su criminal trayectoria y el prestigio de la Corona, cada vez más en el aire. Claro que la Conferencia Episcopal se lo puso a «güevo» el excluirle de toda excomunión, que sin embargo se aplica rigurosamente a todos los demás políticos que votaron a favor de tan criminal ley. El Rey, por ser el Rey, hala, libre de toda culpa, a pesar de haber firmado su sanción. ¡Toma del frasco, Ramón! Y los otros, los del pueblo –los plebeyos, claro, como en la Edad Media– sí son excomulgados. Hombre, esto no nos parece justo, es una lamentable discriminación, porque el Rey tenía que ser el primer excomulgado. Todos, Conferencia Episcopal y la Corona quedan tocados.
Dicho esto, con el mayor de los respetos, el excluir al Rey de toda responsabilidad en la ley criminal del aborto hace que cunda el desconcierto y la confusión en los católicos y que, incluso, se tambalee su fe, en muchos casos prendida con alfileres. Y en otros, como acontece con el currante, obligan a uno a creer en Dios sin intermediarios.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo