Sobre el aborto
Cuando este país padece de tantos problemas como son: la economía, el paro, e incluso el de las relaciones internacionales, no se concibe que el Gobierno, en lugar de "poner toda la carne en el asador" para tratar de resolverlos, esté obsesionado con el tema del aborto, aún cuando ni se habían producido manifestaciones solicitándolo. Personalmente, y quizá por mi avanzada edad, no me sorprende tanto lo que un partido para el cual, y desde siempre, el fin justifica todos los medios; como el que haya tantas mujeres, embarazadas o no, que se dejen seducir por las trolas que esta clase política les cuenta tratando de justificar, como un derecho, la eliminaciòn del niño no nacido. Hace algunos días, el presidente del Gobierno hablaba a un grupo de mujeres abortistas que le aplaudieron efusivamente. Creo que al señor Zapatero le faltó hacerlers una pregunta: ¿cuántas de las mujeres aquí presentes os hubiera gustado que vuestras madres os hubieran abortado? Tengo la convicción de que pasados algunos años, cuando el sentido común se instale de nuevo en la sociedad, las jovencitas que hoy abortan haciendo alarde de su progresismo, se avergonzarán, y el remordimiento de conciencia por haber asesinado a su hijo, les atormentará, porque como dice el adagio: "Dios perdona siempre, el hombre, a veces; pero la naturaleza no perdona nunca".
Antonio Rodríguez Fernández
Burlada, Navarra
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