De timos y timadores
Hace un tiempo vi una viñeta cómica en el Facebook de un amigo en la que un lector, pijo, con bufanda y puro, lee un periódico, cuyo titular dice: "Crece la morosidad un 13,6%"; a lo que el lector clama: "¡Putos moros!"
Y sí, en la era internet, repleta de humanos inmorales, me viene a la memoria un "moro", timador moderno, honorable antiguo, que me apetece reflejar aquí, para aviso de penitentes presentes y futuros.
Aprovechando que por regresión biológica, cada década somos más tontos, personajes de moral distraída, encantadores de serpientes con mucha labia y cero remordimientos, con mirada de cordero agonizante, de hámster hambriento, nos timan. Directamente.
Piense en un amigo de juventud, número uno en su lista de héroes personales, que abrumado por las deudas y perseguido por la desgracia, se convierte en su kryptonita, le llama al teléfono de la esperanza, el suyo, pidiéndole que le preste ocho mil euros, a devolver en tres meses.
Ud. se pone en modo "rutina depresiva", acudiendo solícito en su ayuda y, sin exigencia alguna de garantía, le hace el préstamo. Pasan los 3 meses preceptivos... medio año, nada. Dos llamadas reclamando, más dos correos confirmando, y nada. Pasan otro año, dos, cuatro, seis... Bueno, ni un e-mail, ni una llamada, ni siquiera en Navidad. ¡My friend, esto es un timo como vender carne con clembuterol!
Comprueba con frecuencia que el Facebook de su ya ex amigo, es una repetición constante y permanente de hechizos y conjuros (poniendo a Dios por testigo), y también muchas rogativas a santos, vírgenes y cristos (¡hasta a Buda!), pidiendo compartir con un "amén", condición sine qua non, para recibir un montón de dinero.
Fin del cuento. Cuando en estos tiempos modernos se multiplican los coprófagos, pufistas, timadores y amorales que, en un bucle permanente y progresivo, rayando en la cleptomanía patológica, crecen y se desarrollan, entre la estafa y el trile, en busca del dinero de sus amigos, y sin tomar prisioneros (no vayan a ser de la familia), resulta más increíble que personas otrora tradicionales y decentes, hayan devenido en parásitos sociales, pirañas y garrapatas irredentas, capaces de vivir, campechanos y sonrientes, con la pesada losa de la miseria moral y la traición, engañándose a sí mismos y engañándole sobre todo a Ud., por ser su amigo.
En el fondo de sus corazones, en ese recóndito lugar oscuro y sombrío, no ha lugar para el remordimiento, porque cuando no se tiene sentido de la dignidad, uno no se siente culpable. ¡Mecagoenlaleche... me dan ganas de ir a un viaducto, y hacer puenting!
Pasado el momento de ira, otro ídem de solaz con el profundo pensamiento anónimo: "La vida hay que tomarla con amor y con humor. Con amor para comprenderla, y con humor para soportarla".
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo