Los crímenes de Bush, ¿los puede alguien blanquear?
Esa parece ser la única intención del señor Corostola en sus escritos en LA NUEVA ESPAÑA al responder a datos históricos que cualquiera puede contrastar con derivaciones diversionsitas.
Opiniones las hay para gustos variados, pero hechos de la vida real pasada y presente, están para no ser ocultados, disfrazados o disminuidos.
Por ejemplo con Bush padre (aunque podríamos prolongarlo al padre, con lo mencionado de sus relaciones con los nazis de Alemania, y al hijo con su actualísima invasión segunda a Iraq, y la guerra continuada en Afganistán ..). Pretender lavarle la cara a este personaje multimillonario en funciones de director de la CIA, de vicepresidente gringo, y de presidente de los EEUU, con maniobras de diversión o dispersión como que Cuba no es democrática y tiene presos, o que Carrillo a saber qué cosa haría si pudiera, más allá del infantilismo de la propuesta, desconcierta a cualquiera que haya leído media docena de libros de historia.
Cuba podrá gustar o ser denostada, pero diferente es el juego político de su colectividad respecto al personaje mencionado: una agresión permanente, continuada, brutal, criminal, que la propia ONU ha señalado en 27 años seguidos por abrumadora mayoría. Por ello no cabe hablar aquí de que también sea un pequeño archipiélago con indices de sanidad y educación que superan con mucho a los de USA: pero sí es pertinente constatar que tiene robada una parte de su territorio para que los mandatarios gringos coloquen allí una base militar donde se han torturado, detenido ilegalmente, destrozado la vida de centenares de personas, denunciada esa situación por la comunidad internacional, y que cuando un presidente como Obama prometió malbaratar no le fue posible cumplir su promesa.
Entre la población presidiaria en USA, de las más altas del mundo con muchos millones de personas, hay dos personas, una negra y otra india, que llevan más de 40 años, por defender derechos de sus comunidades. El señor Mumia y el señor Peltier.. Más que presos políticos personales, representan la prisión a perpetuidad de comunidades enteras.
La obsesión por Carrillo es más dificil de entender en este contexto. Desconocemos si Carillo y Bush tuvieron alguna relación directa. La relación temporal directa del padre Bush, Precott, ya está mencionada históricamente: Cuando Carrillo tuvo protagonismo particular defendiendo la legalidad española
frente al golpe de estado criminal franquista, Precott estaba haciendo negocios con los estamentos nazis alemanes.
La exculpación que se hace del hecho de que Bush propiciara palos y detenciones en Oviedo en 1997 no parece tener mucho sentido democrático ni patriótico: es una sumisión ausente de cualquier soberanía a los dictados de un extranjero con millones de crímenes a sus espaldas. Nadie puede absolver esa anomalía de la historia.
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