Coche eléctrico, presunta pesadilla
Ayer tuve un sueño, bendita ilusión. Soñé que estábamos en 2050, y se cumplía la imposición de turno, del gobierno socialista, de que todos los coches circulantes, fueran eléctricos. Yo prefería tener uno híbrido, por si las moscas, pero el mandato era taxativo: ni diésel, ni gasolina, ni híbridos.
Era plena Navidad, y tenía que desplazarme para la cena de Nochebuena, 50 kilómetros de nada por autopista de 3 carriles. Todo transcurría con normalidad para nuestro medio ambiente, sin humos a la vista, aunque con mucha nieve y mucho frío. Uno que es previsor, había cargado la batería del Citroën C-Zero a tope. Seis horas de carga para una autonomía de 150 kms. (¿Se imaginan llegar a un puesto de recarga con la batería en mínimos, y que haya tres vehículos en la cola? 18 horas de espera).
Estaba listo y preparado. Nevaba copiosamente y la temperatura era de 5 bajo cero. Sin problema: luces antiniebla, y calefacción a tope. Sólo eran 50 kms.
Cuando faltaban 15 kms para llegar a destino se producía un accidente por alcance. Una docena de vehículos afectados colapsaban la carretera, obligándonos a parar. Nevaba con más intensidad. Iban llegando más coches y en poco tiempo, aquello se convirtió en una ratonera. Ocho horas atrapados, miles de coches bloqueados, sin salida posible, sin batería, sin luces, muertos de frio, sin menú de Nochebuena... el infierno en plena Navidad.
Agitado, al borde del infarto, desperté. Ufff, había sido una pesadilla.
Mi subconsciente me hizo revivir la caótica situación que se produjo hace justo un año, en la AP-6, donde ¡durante 18 horas!, recordarán, hubo más de 3.000 coches atravesados y sin combustible, cientos de camiones en las áreas de servicio, los peajes cerrados, etc. En este caso, en cuanto las quitanieves pudieron actuar, los de la U.M.E. y los servicios de Protección Civil, proporcionaron víveres, mantas y bidones de combustible, posibilitando que la situación se pudiera normalizar en relativo poco tiempo.
Imagínense lo que sería esa misma situación, con miles de coches eléctricos, en vez de diésel/gasolina. ¿Cómo retiraríamos 3.000 coches de la calzada? ¿Cómo, dónde y durante cuánto tiempo, cargaríamos las baterías? ¿Y las personas?
¿Están nuestros gobernantes preparados, lo han pensado?
Si lo han pensado y están preparados, es que lo saben, y sería bueno que los ciudadanos también conociéramos la verdad. Que nos digan si volvemos a la Edad Media (con sus carros y carretas) o si pretenden que las clases menos pudientes viajemos en bicicleta, patinete eléctrico, o como mucho (y no sean retorcidos), en silla eléctrica, o si, como sostiene desde 2010, Antonio Turiel, científico leonés del CSIC, el problema es que estamos a las puertas del fin del petróleo, el "petrocalipsis".
Todo sea por eliminar el CO2 (a China y USA se la bufa), estigmatizando al dióxido de carbono, gas, recordemos, no contaminante, absolutamente necesario para la vida, hasta el punto de que si no existiera, si el CO2 fuera 0%, la vida se extinguiría, por una elemental regla de tres: Si no hay CO2, no hay plantas; sin plantas, no hay oxígeno; y sin oxígeno, ninguno de los/las que participamos en este foro de LA NUEVA ESPAÑA (escribiendo, leyendo o ambos), estaríamos para contarlo.
Como a todos no nos puede tocar la lotería, buena suerte a quien más lo necesite.
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