Formación dual y necesidades
Debo insistir, pues sigo observando un diálogo de sordos sin conexión o empecinamiento sin argumentación: una comunicación imposible cuando no se hace caso a las recomendaciones conceptuales de los expertos europeos que establecieron el EQF o Marco Europeo de Cualificaciones. Incluso hasta el punto de despreciarle con la incomprensión, y debemos incluir en el mismo lote al Plan de Bolonia.
Analicemos a partir del clamor de los empresarios. «Hay desconexión entre empresa y centros de FP, no atienden a nuestras necesidades». La desconexión existe y es estructural. ¿Cuál es la estructura formativa que plantea el EQF e incluso Bolonia? Pues la estructura de sus descriptores: conocimientos teóricos, conocimientos fácticos, destrezas cognitivas y destrezas prácticas: que dan como consecuencia la competencia. Luego, si no se establece y analiza esta cadena: la comunicación y los resultados son imposibles y la desconexión un hecho.
Para empezar, la competencia (a la que se refieren) no es cosa de una empresa, sino de una persona; luego la formación se dirige a las personas. No se forma a la empresa (que también, pero como cúmulo de la competencia de las personas que emplea), se forma a las personas para que encuentren un puesto de trabajo en una empresa (puesto de trabajos que sí es exclusivo de cada empresa). Como la persona es libre de poder ir a trabajar a cualquier empresa: se tiene que formar según sus necesidades para encontrar su puesto de trabajo, entre los muchos que necesitan cubrir las empresas. Por tanto, la persona debe formarse para un conjunto de puestos de trabajo similares; es decir: una ocupación. ¿Cuáles son los cometidos de la formación dual ocupacional y permanente? Formar en un centro formativo en las destrezas cognitivas y prácticas para un conjunto de puestos de trabajo similares (ocupación), aunque la formación de las necesidades de un puesto de trabajo (concreto de una empresa) corresponde a la empresa (formación dual). Hay más: la formación dual ocupacional y permanente debe encargarse de la profundización de determinadas tecnologías para aumentar la competitividad de las personas de cara a ocupaciones más avanzadas (formación permanente específica en tecnologías a lo largo de la vida laboral). Ahora bien, para que las personas puedan acceder a una formación dual ocupacional y permanente, deben poseer unos conocimientos teóricos y fácticos que les permitan elegir entre varias ocupaciones a las que poder dirigirse (formación académica de grado: medio, superior, y universitario). El plan de Bolonia es la misma estructura, solo que para los cuatro últimos niveles del EQF (ciclo corto, primer ciclo, segundo ciclo y tercer ciclo).
En 1984 la Ley de Reforma de las Administraciones Públicas, con aquiescencia de la patronal y los sindicatos, extinguió de facto el sistema de formación ocupacional y permanente (que era dual y en alternancia), al declarar que no eran docentes sus instructores (profesores en aulas taller o laboratorios del Ministerio de Trabajo que ejercían en el INEM). ¿A qué esperan? ¿A que se cumpla el cincuentenario de su extinción docente para volver a establecer una formación dual ocupacional y permanente que permita una estructura formativa acorde con las recomendaciones y planteamientos europeos? Será ya demasiado tarde. Además, para entonces, solo habrá que reprogramar los robots que ejercerán en infinidad de ocupaciones. Con lo cual: habrá que meditar en qué ocupaciones necesita la Administración formar, y qué ocupaciones deben desarrollar las empresas para que sean rentables y paguen buenos impuestos. Pues serán necesarias muchas acciones sociales y formativas para traer actividad y riqueza. Y para eso hay que contar con empresarios capaces contratar trabajo fuera compitiendo en el mercado global, bien lo hagan con robots o con obreros. Si el robot supera en rentabilidad económica al obrero, habrá que decidirse por seguir siendo competitivo y traer riqueza, ¿no creen? Otra cosa es su reparto.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo