El elixir del psiquiatra
Siempre pensé que el psiquiatra se encuentra más cómodo entre tarados que con la gente normal. Creo, y puedo equivocarme, que después de años entre mentes desordenadas, la suya se contagia de lo cotidiano. Al menos antes así se decía, que los profesionales que tratan con locos acababan un poco perdidos dentro del resto de personas.
Leyendo el cómo se llega a tergiversar y retorcer unas palabras de admiración, deferencia y aprecio de un diputado de Podemos hacia un rival del PP por parte de un psiquiatra (fuera éste o otro, no quiero controversia con semejante señor) siento que toda mi teoría se refuerza bastante con respecto a la valoración de éstos profesionales sin más justificación y sentido que para las mentes dislocadas.
Titula usted "Elogios insultantes" refiriéndose al que llama homenaje de despedida de un diputado de Podemos a otro del PP que dejaba el congreso, añadiendo de cosecha propia y de todo un profesional estudioso de las mentes humanas, merecen una consideración de repulsa inmediata, dice "Tras las palabras de Alberto Rodríguez se esconde el afectuoso sectarismo del diputado podemista" - Bonita y errada reflexión señor psiquiatra. No sin antes dejarnos una recata fila y pesadas citas de frasecitas de otros, esperando encontrar en ellas la ecuación a su incapacidad personal de hacernos comprender su retorcida introspección de un elogiable discurso de amistad y admiración de un diputado hacia otro, más si es de un partido diferente y tan distante ideológicamente.
¿Cómo se puede retorcer un proceder tan admirable y hermoso, de tanta humildad personal firmándolo usted cómo todo un profesional? Si Alberto le echó almíbar a su bella cortesía, usted usa un elixir de los que vendían en carros a caballos a la hora de ser considerado para con los demás y todo lo que representa. Un saludo.
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