Un cuento de Navidad
Supongamos que es posible soñar un cuento de Navidad y que el Banco Mundial (BM) otorga una cuenta a todas las personas del mundo, a modo de cuenta matriz identificatoria. Una cuenta de la cual cuelgan todas las demás cuentas bancarias de dichas personas o de entidades. Imaginen que impone el impuesto de un porcentaje mínimo a todos los ingresos que se realicen en cualquier cuenta del mundo. De tal forma que los ingresos por los impuestos que totalice diariamente (descontando gastos) se dividan por igual entre todas las cuentas matriz que identifican a personas, ingresando el resultado en la cuenta principal de la que son titulares en un banco local. ¿No creen que eso dinamizaría la economía?
Supongamos que todas las entidades sanitarias de todo el mundo (sean públicas o privadas) incluidas los profesionales autónomos de la sanidad, tengan cuentas específicas registradas para tal actividad. De tal forma que todo ingreso sobre ellas por dicha actividad será sometido a un impuesto por el BM. La IA del mismo sabrá el número de personas con empleo en cada entidad sanitaria, y el número total de personas autónomas de la sanidad. Diariamente los ingresos los dividirán por el número de personas con actividad sanitaria y efectuarán el pertinente ingreso diario a dichas personas en sus cuentas. ¿No creen que eso dinamizaría el servicio sanitario a nivel mundial? Desde luego algo haría como para comenzar la regulación de la salud mundial.
Supongamos que todas las entidades educativas de todo el mundo (sean públicas o privadas) incluidas los profesionales autónomos de la docencia, tengan cuentas específicas registradas para tal actividad. De tal forma que todo ingreso sobre ellas por dicha actividad será sometido a un impuesto por el BM. La IA del mismo sabrá el número de personas con empleo en cada entidad educativa y el número total de personas autónomas de la docencia. Diariamente los ingresos los dividirán por el número de personas con actividad sanitaria y efectuarán el pertinente ingreso diario a dichas personas en sus cuentas. ¿No creen que eso dinamizaría la enseñanza y educación a nivel mundial? Desde luego algo haría como para comenzar su impulso.
Imaginen que esto mismo se hace para otras muchas ocupaciones de otros sectores. ¿No creen que para algo debe servir la IA?
Imaginen a todo el mundo dispuesto a la tarea de vivir día a día, compartiendo por igual una parte de los ingresos. ¿No les parece que disminuirían las desigualdades mundiales, motivo de crisis, depresiones y guerras? Además, vivir por y para el día de todos alejaría el miedo e impondría un sentido de unidad, libertad individual y afinidad entre las personas. ¿No creen que impulsaría la fraternidad que aún nos falta?
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