Frustración de la mujer cómo educadora
Si no somos honestos con nosotros mismos, tratando siempre de quedar bien con todos y todo, usando eufemismos para escurrir el bulto, poco podremos comprender a los demás y ponerle solución y entendimiento a los problemas.
A los delincuentes, acosadores, violadores y asesinos hay que aplicarles la Ley con toda dureza, pero, la Ley (aún la más dura) jamás impide que existan delitos, lo cual debería hacernos reflexionar muy seriamente a todos. Sacar leyes como churros a la carta, no conduce más que a empeorar la situación y más frustración; ya que, las leyes jamás deben satisfacerse para dar soluciones inmediatas por alarmas generadas por colectivos llevados por el odio, la venganza, los celos, el dolor y el abatimiento en caliente cuando suceden casos que a todos nos hacen cuestionar la raza humana. Cuando se aplican leyes en caliente a peticiones de familiares directos de las víctimas, los políticos ya están mostrando su irresponsabilidad para ocupar cargos de tal envergadura ¿Qué padre o madre no le aplicaría la pena máxima al asesino de su hija o hijo? Las leyes deben corresponder a un consenso amplio, sereno, y jamás deben discriminar a nadie, deben regirse por hechos y pruebas, jamás la denuncia en si debe adquirir sentencia sobre nadie. Ya que, solo podría beneficiar a quien la usara con maldad, celos o egoísmos personales. Si no son capaces de interpretar esto, todos caeremos en una desproporcionada inseguridad, cargada de miedos y sospechas que convertirán este país en uno más de esos que a las seis de la tarde: todos encerrados en casa por miedo a nuestra propia sombra.
La propia mujer debiera plantearse si ella está dispuesta a seguir haciéndoles el juego a esta forma de feminismo desintegrador de la sociedad, o por el contrario, asume que en todo lo que respecta a la educación, ella formó parte activa de esos hijos que ahora mayores se comportan cómo energúmenos y machistas peligrosos.
En una sociedad la educación forma parte esencial de la convivencia, enseñar en valores cívicos moldeando niños y niñas, para convertirlos en hombres y mujeres capaces de respetar, convivir, ser independientes y ser alfareros de su propio destino.
Entre otras cosas, a las mujeres debiera hacerle reflexionar, que, además de ser sus hijos a los que tienen la obligación de educar correctamente y no haberles dado y criado en caprichos y comodidades, en el profesorado también ellas forman parte de más del 60%, lo cual ya distorsiona toda victimización sobre el patriarcado y el machismo imperante. ¡Claro! Luego de que no supieron educar en condiciones, cuando esos niños malcriados les salen energúmenos de cuidado, salen a la calle alarmadas pidiendo la cabeza de todos los hombres.
Hay que acabar con los violentos, violadores y asesinos, pero amigas mías, si estamos de acuerdo que la base principal está en la educación y, ésta la tienen asumida ustedes desde hace años, la cosecha es simplemente suya ¿duele verdad escucharlo? No supieron educarles, había que, no darles un cachete (otra obra maestra del feminismo 'ley también en caliente a petición de ellas' donde los padres y profesores pueden ser acusados de maltrato por corregir a estos energúmenos en ciernes) luego los rodearon de todo capricho y redes sociales que distorsionan esa mentes adolescentes. Después de todo eso, ahora pretenden evadirse las madres y profesoras, ahora pretenden que los padres sean los únicos culpables de esta sociedad podrida y frustrada por el egoísmo y el consumismo feroz y voraz que ustedes proyectaron a sus retoños.
Feliz Navidad
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