Los cuatro jinetees del apocalipsis

Por fin se consumó: llegaron los cuatro jinetes del apocalipsis a Andalucía, conducidos por Aznar con el caballo rojo (el jinete de la guerra). Le sigue el caballo bayo (el jinete de la muerte) galopado por Abascal. Le sigue de cerca el caballo negro (jinete del hambre) montado por Casado o lo que es lo mismo "el hombre que nunca estudió". Y no muy lejos se vislumbra el caballo blanco (el jinete de la conquista), o eso se cree él, que de hipocresía anda sobrado, diciéndonos que él no pacta con Vox, que solo tiene contrato con el PP, pero los incautos que le han votado verán muy pronto que se la han metido doblada. Bueno, pues estos cuatro son todos de la misma escuela la FAES de Aznar, "el señor de la guerra", fueron alumnos aventajados y hay están para cambiarlo todo, pero claro está, a peor. De estos cuatro jinetes del apocalipsis no se puede esperar nada positivo. Tiempo al tiempo.

No me imagino hasta dónde nos puede llevar esta derecha reaccionaria junto con la ultraderecha. Mi asombro cuando veo a los peperos andaluces tan contentos porque van a gobernar en Andalucía, olvidando que han sacado el peor resultado electoral de su partido desde el Big-Bang. Parece que la derecha haya inventado la Constitución y fueron los últimos en aceptarla. Por eso tienen pánico a cambiarla conforme a los nuevos tiempos, como si fuesen los diez mandamientos en piedra, al contrario de lo que pasa en el resto de países avanzados. Como si los demás no fuéramos constitucionalistas, tratándonos como si fuésemos tontos.

Vox es una ultraderecha educada, algo simpática, pero si llegara a gobernar, se quitarían la careta de autoritarios. Igual fue en Alemania, los nacionalsocialistas eran chicos simpáticos ¡pero jope!, cuando ganaron las elecciones cogieron el poder y Leviatán, Lucifer y todos los demonios reinaron en Europa

Casado, en su línea. Habla de constitucionalista como si el gobierno que hay ahora hubiera venido de Marte, como si estuviera al margen de la Constitución. Una moción de censura es constitucional y el Gobierno resultante también lo es. El arco parlamentario es la voluntad de los españoles en las urnas. Incluso el independentismo está aceptado por la Constitución, y hasta el comunismo es constitucional en España desde 1977. Sin embargo, la Constitución es el burladero donde se esconden los granujas. Evitan aplicar todo el tema de beneficios sociales, como el derecho a la vivienda, al trabajo, a la salud, y descargan todo el contenido a la unidad de España, aunque sea por la fuerza.

Casado se está convirtiendo en un mentiroso patológico cuando habla de la coalición de los "tres partidos constitucionalistas" (incluyendo a Vox) para gobernar en otras autonomías.

¿Quiere hacernos creer que Vox es constitucionalista, cuando ellos mismos quieren derogar las autonomías y otros derechos de la Constitución?

¿Quiere hacernos creer que PP y C's son constitucionalistas cuando en el Senado pretenden recortar 6.000 millones para gasto en sanidad y educación, reduciendo así esos derechos?

No son constitucionalistas, son sencillamente embusteros.

Ahí está Ciudadanos, los "liberales centristas", apoyándose en el partido nazi para gobernar. No les da vergüenza, porque carecen de moral y de principios. Su avidez de poder y dinero los ha llevado a pactar con los que quieren destruir todo rastro de democracia para devolvernos a tiempos pasados de fascismo genocida.

Solo les ha preocupado camuflar un poco su canallada rastrera por lo que puedan decir en Europa, porque allí todavía tienen memoria y saben lo que esperar de los fascistas.

Esto es lo que hay. Esto es España, con la derecha extrema sin ningún complejo apoyada por la amnesia y la indiferencia de millones de españoles ante la masacre cometida por el Partido Popular, la connivencia de Ciudadanos y una izquierda dormida, sumida en debates estériles sobre el sexo de los ángeles y allanando desde siempre el camino a un enemigo que nunca duerme y que se ríe a carcajadas de los desahuciados que les echan de sus casas, de las mujeres maltratadas o violadas y de la pobreza infantil, de los ahogados en el Mediterráneo y de la ausencia absoluta de escrúpulos, principios y ética. Seguimos fastidiados y el horizonte es negro como el alma de Aznar.

Lo he mantenido reiteradas veces en mis cartas anteriores: El peligro de involución democrática en España existe, y este proceso ha empezado a manifestarse de manera efectiva en Andalucía. La extrema derecha, el fascismo, ha aprovechado la oportunidad que ofrece el sistema democrático para entrar en las instituciones andaluzas y, si las clases populares no lo remediamos con nuestro voto, porque nosotros seremos los que lo padezcamos, esto se extenderá al resto de España en mayor o menor grado.

Programas, que en muchos aspectos son anticonstitucionales, han hecho y harán acto de presencia de la mano de quienes se autoproclaman "constitucionalistas", pero que únicamente aspiraban es a gobernar, dando rienda suelta en el espectro político a otros herederos del franquismo: El neofascismo puro y duro.

Andaluces, ahora comprobaréis si son las banderas las que dan de comer o propuestas serias para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Agarraos fuerte, que vienen curvas. La siesta de Andalucía es el despertar en España; la izquierda ya sabe lo que pasa si se duerme.

Está bien reconocerlo y que todo el mundo vote sabiendo lo que se nos viene encima, especialmente a las mujeres. Después de las elecciones no valdrán manifestaciones ni protestas, todo se juega en las urnas y en nuestra compra diaria, lo demás son pataletas de críos.

Faustino Gómez Pérez

Gijón