Un gran ejemplo
Querida Ana:
No sé cómo expresar lo que para mí, como para otras de tus amigas, ha supuesto tu pérdida. Sabíamos que estabas enferma pero no nos esperábamos este desenlace tan fulminante.
A través de estas líneas quiero decirte que te queríamos muchísimo y que tú te merecías este sentimiento, porque fuiste una persona con mucha calidad humana, siempre dispuesta a mostrar tu agradecimiento ante el más mínimo detalle y tu gran positividad ante los retos de la vida, nos diste muy buenos ejemplos Ana, aunque quizá tú no hayas sido consciente de ello.
Fue Dios el que haya concedido el descanso que mereces, y que tú allí donde estés puedas enviar energía positiva a los tuyos, que en estos momento son los que más están sufriendo.
Descansa en paz, querida amiga.
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