Deseos
Quisiera ver luz en la noche oscura, no mirar hacia atrás por sospecha, salir del cajero con tranquilidad. Que no me metan la mano en los bolsillos políticos, Hacienda, alimentos, eléctricas, combustibles, bancos, telefonía, seguros. No dormir a sobresaltos, pensando ¿qué será lo malo que el nuevo día me depare? No asomarme a las televisiones para ver banalidades, ni oír tertulias y complacencias políticas exculpatorias. Ver políticos vacíos, alejados del pueblo, políticos cortos de miras, fachadas blanqueadas, inconsistentes, endebles, mediocres. Quisiera ser dueño de mi voluntad, de mi dinero, bienes, mis derechos, mis libertades amparados por una justicia ágil, imparcial, veraz, que no hagan distinciones entre pobres y ricos, poderosos y humildes, que no les influyan las presiones políticas, que no apaguen la voz de los que denuncian las injusticias con leyes mordazas, del silencio impuesto. Oír canciones en la calle y tabernas, ver sonreír la gente contando chistes. Padres orgullosos de sus hijos e hijos agradecidos, todos respetados entre sí, donde reine el amor. Abuelos en el calor del hogar junto a sus seres queridos, familias unidas en el cariño, felicidad y solidaridad. Que desaparecieran del diccionario las palabras corrupción, violación, violencia, separatismo, odio. Reconocimiento y entendimiento entre todos los españoles orgullosos de serlo y de nuestra historia y antepasados. Que sonara con intensidad el término empleo, salarios dignos, no ver pobres y gente que mueren náufragos en busca de una vida mejor, sí ricos solidarios, altruistas y dadivosos. No oír hablar de guerras, ni de atentados, un mundo mejor, donde triunfe el amor, donde el amor y la paz hagan callar las armas, donde los días tenga 25 horas de felicidad, donde los niños se cansen de jugar en jardines sin despegarse de los tiernos brazos de sus madres, donde las mujeres estén valoradas y tranquilas sin oír pasos sigilosos que las persigan con fines deleznables. Hombres y mujeres igualados en salarios y respetadas en todas sus libertades. Esperar a la víspera de Reyes del próximo año para escribir otra carta de anhelos e ilusiones y que la vida me de tregua para poder ver la puesta de sol de un amanecer más luminoso de deseos cumplidos.
Prometo entregarme en mi deseo y obra, e intentar lograr esta utopía de meta inalcanzable, que aunque me quede a medio camino, algo habré logrado, ¡sígueme amigo/a! en un camino difícil pero no imposible y recuerda: mañana será hoy; la noche, día; la incertidumbre, esperanza; en ti está luchar por una realidad mejor, ¡no me dejes sólo en mi deseo y anhelo! pues el camino es muy largo, difícil, triste y aburrido recorrerlo en solitario.
José Ángel Miyares Valle
Pola de Siero
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