Asturias pasa de la política
Leo en LA NUEVA ESPAÑA que los asturianos somos los más desencantados del país con la política. Según se analiza en la noticia, la ciudadanía de esta región llegaremos a mayo sin ánimos de acercarnos a las urnas. Vista así la cuestión uno se alegra que por lo menos los asturianos ocupemos los primeros lugares de algo, aunque ese algo en este caso sea el de la apatía y el de la indiferencia que nuestra clase política nos produce. La encuesta del CIS nos coloca, aunque no lo diga por vergüenza, como los españoles más inteligentes; pues al menos somos capaces de ver y analizar el desastre y el sonrojo que en estos momentos suponen para nuestra región los políticos que tenemos, todos en general. Dice la encuesta que si ahora hubiese elecciones generales, uno de cada cuatro encuestados no votaría. Ello supone el porcentaje más alto de España, triplicando el promedio nacional.
La pregunta que cabría hacerse, ¿es porque los asturianos hemos llegado a esta "desafección" con la clase política? Y en nuestra modesta opinión creo que la respuesta es fácil de entender. Asturias lleva gobernada por el PSOE 36 años, prácticamente todo el periodo de nuestra joven democracia, y si analizamos en estos momentos cual es la situación de nuestra autonomía vemos que Asturias aparece a la cola de todas las demás en lo que respeta a los indicadores demográficos, económicos e industriales. La realidad asturiana ofrece un panorama desolador: nuestro sector de la minería ha desaparecido, y con el toda la actividad que en torno a él se movía, especialmente en las Cuencas, pero también en el resto de Asturias, la pregunta que habría que hacerse es ¿y ahora que?, ¿qué futuro es el que aguarda a todas esas generaciones venideras en esas cuencas mineras? Si hablamos de nuestro otro motor de la economía asturiana, el de la industria siderúrgica; vemos que lo que nos esta pasando con Alcoa, con 700 trabajadores en la calle. Las grandes empresas amenazan con abandonar nuestra región y culpan al gobierno socialista de no haber negociado en Madrid un plan energético especial que les ayude a poder seguir siendo competitivas antes de verse abocadas al cierre. Si echamos un vistazo al sector primario asturiano, comprobamos que apenas nos quedan activas en nuestra región 4.000 explotaciones lecheras. El campo asturiano está finiquitado, tenemos mas de 700 pueblos totalmente abandonados, sin un solo habitante, lo que nos da una idea del despoblamiento masivo de nuestro medio rural. No menos alagueño se presenta el futuro para nuestro sector pesquero, con constantes recortes en los cupos de pesca con relación a otras comunidades vecinas, todo ello como consecuencia de las desastrosas políticas llevadas acabo por la titular de esta consejería, Maria Jesús Álvarez.
Nuestras comunicaciones con la meseta siguen siendo las caras del país, si utilizamos el Huerna. Nuestro tren de alta velocidad, el famoso Ave, se ha debido transformar en tortuga y por eso su llegada se eterniza.
Asturias es hoy una región envejecida, una comunidad que vive de las pensiones de sus jubilados, y donde miles de jóvenes se ven obligados cada año a tener que hacerse la maleta y emigrar en busca de un futuro que esta tierra ya no les ofrece...
Si comprobamos estas realidades, y si miramos el escaparate de las nuevas ofertas políticas que se nos ofrecen para mayo, la verdad es que la encuesta del CIS respecto a las intenciones de los asturianos, no puede ser más acertada.
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