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El cuento del Candil

17 de Enero del 2019 - Angeles Menéndez Muñiz (Las Vegas - Corvera)

Hoy os voy a contar el cuento del candil y también la paradoja final a la que yo llego.

Érase una vez un viejo candil que alumbró a lo largo de muchísimos años las casas, daba luz a las costureras que sentadas en la cocina se afanaban en remendar pantalones, camisetas y todo lo que cayera en sus manos.

Velaba el sueño de los infantes temerosos de la oscuridad, también en las oscuras noches era el guía para caminar y no caer de bruces por los angostos caminos.

¡¡Qué tiempos aquellos en los que el candil era el auténtico protagonista!!

Pasados los años, el candil paso a formar parte de los objetos antiguos que las personas más jóvenes miraban con curiosidad y no llegaban a comprender como aquel pequeño candil fue tan importante para sus abuelos... Pero claro, ellos están en otra época, donde la tecnología campa a sus anchas.

Con la llegada del progreso llegaron otras formas de alumbrar las casas, llegó la electricidad, solo con apretar un interruptor... ¡¡Oh maravilla... La luz!!

Ahora los viejos candiles se asombran con las luces de led, las hay con tonos blancos, amarillos etc. pero ellos piensan que a pesar de tanta modernidad en los tiempos que ellos alumbraban todo se veía de otra manera, todo era más cálido, más hogareño, más familiar.

Al estar fuera de servicio se dedican a mirar y también a criticar (es el deporte nacional) a todo lo nuevo que llega:

-"Fíjate aquella bombilla que poco alumbra".

Ya te digo, y aquella otra da una luz tan blanca que deslumbra.

-"Donde estén los candiles de toda la vida que se quiten tantas moderneces"

Y así los candiles pasan los restos de su existencia, alabando su propia luz y hablando mal de las de los demás.

Fin del cuento.

La paradoja a la que yo llego es que en la vida real siempre hay personas que se piensan que son más que los demás.

Se tiene la mala costumbre de criticar todo, nos descolocamos enseguida cuando pensamos que alguien nos puede hacer sombra.

Nos olvidamos con frecuencia que nadie nace aprendido, por eso quiero recordar lo siguiente:

"Si una persona quiere aprender y te pregunta algo, explícaselo en lugar de hacerle sentir tonta, porque hace tiempo tú tampoco lo sabias"

"Tus palabras dicen lo que pretendes ser... más tus acciones son lo que realmente eres".

"Se corrige en privado y se felicita en público, a eso se le llama educación"

"La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirles a los demás descubrirlas"

"Hay personas que con tal de verte tuerto son capaces que quedarse ciegos"

"No hace falta apagar la luz de los demás para que tú brilles"

Ya para terminar os quiero decir que nunca se debe menospreciar a nadie ni creerse los más list@s de la peña, recordar que todos tenemos distintas capacidades y todos somos diversos.

Procuremos que en la herencia que dejemos a nuestros hij@s no prevalezca lo material, si no, los valores y las huellas de bondad que dejemos en este efímero paseo que es la vida.

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