Los privilegios de la Iglesia católica
Tengo ganas de encontrar algún Gobierno valiente que cumpla lo que dice respecto a lo que va hacer con los impuestos que tiene que pagar la Iglesia, como son el IBI, el IVA, Patrimonio y demás plusvalías que obtienen y por los ingresos millonarios que con sus negocios, y que son muchos, generan una gran riqueza a este lobby.
Digo Gobierno valiente porque cuando se presentan con sus programas electorales siempre dice bien alto y claro que cuando estén en el Gobierno la Iglesia católica “pagará impuestos”, en los colegios españoles “dejará de ser obligatoria la religión”, el Gobierno “será aconfesional y laico” como dice la Constitución española. Y lo más importante, se revisará el Concordato con la Santa Sede.
Yo me pregunto si ese Concordato será eterno, como lo de la Iglesia es a perpetuidad pues no se puede tocar y los gobiernos a callar y tragar, y además los señores obispos siempre lo dicen: “Es que el Concordato…”, “es que los acuerdos…”, “es que el Vaticano…” y así “per saecula saeculorum”. Además se ponen hasta “chulitos” cuando se refieren a dicho Concordato, recordemos que el Concordato es de los tiempos de Isabel II por el año 1851 (que ya llovió), luego firmado por Franco en el año 1953 y luego fue ampliado en el año 1978-9 y seguiría gozando de más privilegios cuando gobernaba el PP con Aznar al frente; desde entonces tenemos que seguir aguantando el Concordato como si fuera la época de la Inquisición, que muchos obispos echan de menos.
Volviendo a lo que nos interesa a muchos españoles que no somos católicos y algunos que lo son, es que ya pasó el tiempo en que la Iglesia católica era la única reconocida en España por el Estado: hoy todas las religiones gozan de los mismos derechos y obligaciones y todos los ciudadanos son libres de creer o no en Dios y de ser creyentes, ateos, agnósticos, o de cualquier otra religión que no sea obligatoriamente la “católica, apostólica y romana”.
Por otro lado, la cara que le está echando el clero español con las inmatriculaciones, apropiándose de bienes, edificios y terrenos que nadie reclama y por no sé qué ley del año de Maricastaña se lo quedan todo y lo registran a su nombre sin pagar nada; vamos, por la cara, que de eso andan sobraos. Es un escándalo que hoy, en pleno siglo XXI, tengamos que aguantar semejantes tropelías por parte de la Iglesia católica y sus obispos: hay que apartarlos de las instituciones civiles y que se metan en sus asuntos eclesiásticos, igual que el Gobierno no se mete en sus actividades religiosas.
Por otro lado, a las emisoras y las televisiones que tiene este lobby internacional se permite que sigan funcionando con pérdidas millonarias todos los años, pero lo aguantan porque la finalidad de las mismas es atacar a los socialistas y a toda la izquierda con furibundos comentarios y noticias falsas en su mayoría, con unos tertulianos elegidos por ser amarillistas y, en muchos casos, de la extrema derecha, que lo único que saben es insultar y despotricar con todo lo que huela a democracia, aunque también es verdad que algunas veces invitan a sus programas a renegados y frustrados políticos de izquierdas o del propio Gobierno.
Y sobre el dinero que se le da a la Iglesia católica por parte del Estado español es demasiado, porque se tenía que financiar con sus propios recursos, que los tiene y son muchos: cobra por visitar y ver en todos los edificios, catedrales, monasterios, capillas históricas, y, cuando hace “Las Edades del Hombre” todos los años, si quieres ver la exposición, primero sácate la entrada. Además, cuando se hace la declaración de la renta (IRPF), los que pongan la “x” en la casilla correspondiente para la Iglesia, que sepan que con su dinero se están financiando televisiones y cadenas de radio para insultar y difamar a los que no opinan como ellos, que son retrógrados y de extrema derecha.
¡Vamos, Pedro Sánchez, quítale los privilegios a la Iglesia católica y que pague los impuestos como todo el mundo! “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
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