La Nueva España » Cartas de los lectores » ¿Vuelve la censura? En este periódico no, evidentemente

¿Vuelve la censura? En este periódico no, evidentemente

18 de Enero del 2019 - J.J.J. Suárez González (GIJON)

Para los que hemos tenido la desgracia de sufrir el régimen del general Franco lo peor no era que no se podía votar y que los cargos públicos eran puestos "a dedo", lo peor era que no se podía opinar y que disentir podía significar una paliza en la comisaría o incluso la cárcel. Sin llegar a esos extremos, los periodistas se enfrentaban al reto diario de dar la información, y de decir la verdad, sin que les cerraran el periódico o la revista donde trabajaban. Había una figura, de la que se ha hablado y escrito poco, patética, pues no se puede calificar de otra manera una profesión así, la del censor. Eran unos mierdecillas, muchas veces bastante incultos, que tenían en sus manos dar el visto bueno, o no, a lo que escribían los periodistas y algunos articulistas que se habían convertido en pacíficos francotiradores de la pluma o del teclado de la "Olivetti", pero que para aquel régimen eran un peligro potencial. A veces el ingenio de aquellos héroes alcanzaba límites que hoy nos da risa, pero que entonces significaba jugársela. Yo recuerdo a un hombre del tiempo ante un mapa de la Península Ibérica y las isobaras diciendo "En España reina un fresco general procedente de Galicia". Los censores tragaron, pero había que tenerlos bien puestos para hacer cosas así. En aquella revista memorable "La Codorniz", "la mas audaz para el lector mas inteligente", y en algunas otras, se podían ver cosas parecidas casi todas las semanas, cuando no eran secuestradas, claro.

Aquellos tiempos negros creemos que han pasado del todo y no se enseña a los niños en las escuelas el verdadero valor de la democracia y la libertad y que esos son derechos que nadie te regala, hay que luchar por ellos. No solo siguen mandando los de siempre, incluso están volviendo a las andadas los censores, los palanganeros que creíamos muertos y enterrados para siempre.

Cuando fue cesado de forma fulminante en la COPE Federico Jiménez Losantos algunos ya dimos la señal de alarma. No es que yo simpatice con ese periodista ni comparta sus ideas, todo lo contrario, pero, como decía la biógrafa británica de Voltaire, Evelyn Beatrice Hall (la frase es suya y no del pensador francés), "estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Tras Losantos cayeron Ana Pastor, Pedro J. Ramírez y Jesús Cintora, pero son solo la punta del iceberg de cientos de periodistas y opinadores que son censurados en los medios de comunicación y que pierden su trabajo por ejercer su libertad y libre albedrío.

Tal es la determinación de los nuevos censores, y de sus amos, que no parece importarles que esos profesionales dirigieran programas o periódicos exitosos, porque piensan que pesa mas el peligro de lo que dicen y lo que hacen que los beneficios económicos a corto plazo.

Con el regreso de la censura vuelven "Los ilegales", y no me refiero al magnífico grupo gijonés, no estoy hablando del "heavy metal", vuelven los que tendrán que expresar sus opiniones en la red, en los pocos periódicos y cadenas donde todavía anida la libertad o que, en última instancia, tendrán que volver a la octavilla y a la "vietnamita" clandestina.

Cartas

Número de cartas: 45088

Número de cartas en Abril: 104

Tribunas

Número de tribunas: 2033

Número de tribunas en Abril: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador