Orgullosos de nuestros mineros
Estos días en los que la actualidad informativa en nuestra región pareció estar secuestrada sólo por la muerte del expresidente Vicente Álvarez Areces, nos estamos olvidando, o cuando menos prestándole un mínimo interés, de otra noticia que tiene como protagonista a un grupo de ocho mineros asturianos que en estos momentos se juegan sus vidas allá en Málaga para rescatar al pequeño Julen, atrapado desde hace varios días en un angosto pozo.
Nuestros valientes y solidarios mineros asturianos, ésos que han caminado hasta Madrid varias veces para pedir que no se les cerraran sus minas. Esos mineros asturianos, ignorados por la clase política capitalina, esos mineros cuyo futuro hoy más que nunca es tan negro como el propio carbón; esos mineros, nuestros mineros, nos están demostrando hoy a todos los españoles su inmenso sentido de la solidaridad, ésa que la clase política les negó. Ellos, nuestros mineros asturianos, se jugarán la vida para rescatar el cuerpo de un niño allá abajo en las entrañas de la tierra; ellos saben mucho del dolor que eso supone porque lo han vivido demasiadas veces en sus propias carnes. Ellos ponen hoy su vida en peligro para rescatar a un ser humano, en este caso la de un niño de tan sólo dos años. Ojalá alguien en este país reflexione sobre lo que supone este gesto solidario y, al menos, tengan el reconocimiento que creemos se merecen. Yo pediría para vosotros el premio “Princesa de Asturias” de Humanidades 2019, pero sé que mi petición es una locura; esos premios están reservados para gentes más importantes, con más proyección internacional, y vosotros sólo sois unos pobres mineros en paro y sin futuro que ofrecéis altruistamente vuestra experiencia y vuestras vidas para salvar la de Julen, ese niño que nos mantiene el corazón en un puño a todos los españoles.
Ánimo y suerte, mineros asturianos, id con cuidado. Un abrazo fraternal.
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