Crónica de un desenlace anunciado
Esta mañana me he despertado con la entrevista que el periodista de la cadena SER ofrecía a los oyentes con la miembra (*) del tándem Iglesias/Montero (máximos responsables de Podemos) tras seis meses fuera de los focos mediáticos por baja maternal para cuidado de sus hijos. Pensé que estos meses le vendrían bien para reflexionar sobre su partido, su liderazgo, su discurso y, por supuesto, el futuro de ésta fuerza política que tantas expectativas e ilusiones cosechó hace tan sólo cinco años.
Tuve que apagar la emisión a mitad de la entrevista porque lamentablemente estos meses sólo han servido para tomar impulso y soltar con más ahínco que antes, la verborrea a la que nos tenía acostumbrados. Imposible que contestara a las preguntas concretas que le hacía el periodista. Preguntara lo que preguntara, ella a lo suyo, a soltar el mitin donde cabía de todo. Daba la sensación (por la ausencia de pausas) de que su única preocupación era no olvidarse de ningún tema de los que tenía que soltar.
Los psicólogos tenemos un "instrumento" de trabajo: la escucha activa. Es fundamental para establecer un espacio de encuentro y de comprensión del "otro" (sea éste paciente, cliente, discípulo, alumno...o votante). Irene Montero es psicóloga de profesión. No sé si ha ejercido la profesión, sí sé que fue una alumna brillante durante la carrera, no lo pongo en duda, pero si es evidente que, en el ejercicio de su actividad política, brilla por su ausencia la principal herramienta de todo psicólogo.
Por la tarde, finalmente estalló la bomba, lo inevitable, lo que no podía esperar más. La ruptura entre dos concepciones de entender el legado del 15M: La de Iglesias y la de Errejón. Siempre he entendido que para que Podemos pudiera atraer más electorado y ensanchar su base electoral, la figura y el discurso de Iglesias tenían que desaparecer. El tándem Iglesias/Montero (azuzado desde las cloacas por Monedero) representan, hoy por hoy, un lastre para la izquierda.
Poco o nada respetuoso con quien estaba obligado a entenderse. Narcisista y egocéntrico, pretendía "asaltar los cielos" sin escalera. Por ello, le "confeccionó" el gobierno a Pedro Sánchez, mientras éste presentaba su candidatura ante el Rey y se autoproclamó vicepresidente del gobierno. Así sin más, sin red, sin agua en la piscina. Recorrió España, proclamando a los cuatro vientos que ellos están gobernando y demostrando su eficacia en Madrid y Barcelona, mientras las alcaldesas Ada Colau y Manuela Carmena insistían por activa y por pasiva que ellas no son de Podemos, son independientes de Podemos. Pero él nada, como si viera llover, erre que erre, como ésta mañana, Irene Montero en la SER.
Su concepción patrimonialista de Podemos finalmente les llevará al hundimiento de esta fuerza política y Errejón era consciente de ello. Por ello ha saltado por los aires el tándem de hace tan sólo cinco años, Iglesias/Errejón. Lo malo es que con ello no sólo se rompen las ilusiones y las esperanzas de millones de españoles sino también que la izquierda se debilita y la derecha se frota las manos. Después de Andalucía, vamos a ver si Madrid resiste.
(*) El corrector me avisa que está mal escrito, pero yo mantengo el término porque no quiero que se me enfade Irene Montero.
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