El mundo nos necesita
Venezuela ahora especialmente, Siria desde hace muchos años, y tantos otros países y circunstancias nos necesitan imperiosamente a cada uno de nosotros.
Hay tantas penalidades, atrocidades, circunstancias adversas, esclavitudes, hambres, enfermedades, inculturas, dictaduras, opresiones y tantas cosas que el ser humano necesita, que no podemos estar cruzados de brazos esperando que alguien lo resuelva todo, o simplemente encogiéndonos de hombros viéndonos impotentes ante tanta adversidad.
Ciertamente todo no lo podemos resolver, pero si podemos siempre aportar nuestro granito de arena. Muchos pocos hacen un mucho. y además a lo largo de la historia, con personas que eran poca cosa, dado el empuje, la constancia y la audacia que han puesto se han resuelto importantes problemas; porque siempre tenemos un poder oculto que quizás desconozcamos, y otro no tan oculto qué es la ayuda de Dios. Dios todo lo puede. Y nosotros con ...l, infatigablemente unidos a su fuerza, podemos derrumbar muros de incomprensión, de odio, de soberbia, de sinrazón; y podemos aclarar tantas situaciones oscuras que en tantos casos producen tanto mal.
En muchos casos, este bien hacer será de uno en uno, no resolveremos grandes situaciones sociales, pero en otros casos ese gota a gota podrá llegar a millones y millones de personas. Ciertamente se dice que la unión hace la fuerza y, poco a poco, podremos ser valiosamente eficaces en un mundo de incomprensiones y de anómalas situaciones provocadas por nosotros mismos.
Si no nos quedamos sentados, esperando la varita mágica; hoy se podrá resolver quizás el problema, muy grave ya, de Venezuela; mañana el de los millones y millones de refugiados que llenan el planeta; pasado mañana el hambre; el siguiente el de la esclavitud; y así un sinfín de situaciones que claman al cielo por su vehemente poder destructor.
No podemos dormirnos en los laureles, hay que levantarse del letargo de la incompetencia y pasar a la acción.
¡Tú mundo, el tuyo y el mío, nos necesita!
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