Master, postgrado, y modelo social (I)
El mundo está inmerso en cambios profundos que generarán desempleo. Eso dejará a mucha gente fuera. La sociedad que haga tal transición con visión innovadora tendrá mínimas convulsiones sociales.
Sobrellevar esa transición requiere tener empleadas a todas las personas, y formarlas para ocupaciones que aún no han aparecido. También se deberá impulsar la investigación en las empresas mediante su compromiso con la universidad. La cual debería convertirse en un motor innovador, que la haga abandonar su modelo endogámico de no importar a profesores egresados de otras universidades europeas en un porcentaje importante y normal a esas universidades extranjeras. Además, se hace imprescindible una estructura formativa dinámica y flexible como Europa anticipaba al sugerir en 1999 el plan de Bolonia. Más tarde, se hizo público el marco europeo de cualificaciones (EQF) en 2006, siendo confirmado en 2008. La idea era crear una estructura formativa y profesional de ocho niveles que permitiría itinerarios por ella de forma dinámica y flexible. Tal marco establece 4 niveles no universitarios y 4 niveles del plan de Bolonia: ciclo corto, 1º ciclo, 2º ciclo y 3º ciclo. El bloque del plan de Bolonia se puede subdividir en dos grupos: el de los niveles 5 y 6, y el de los niveles 7 y 8.
La sociedad asturiana que parte de una situación de colapso ya actual, deberá enfrentarse a esa transición y tendrá además la desventaja de la descarbonización del modelo energético. Por eso deberá poner en activo a todas las personas en sus empleos. Por otra parte, las empresas deberán hacer frente a un mercado global competitivo, y necesitarán la colaboración de todos para hacer múltiples investigaciones: tanto de mercados, como de productos, como de maquinaria productiva automatizada, como de aprovechamiento energético y ecología. Por eso el pacto de Oviedo de asociación de empresas y empresarios es muy importante. Aunque es segura la importancia de todos los sectores, debemos poner especial cuidado en el de la industria alimentaria ecológica. Además, si se deja que los empleos caigan, caerá también el consumo y con ello la actividad en las empresas. Entonces la sociedad se quedará atrás y, sin desarrollo tecnológico y sin conocimientos, colapsará en la convulsión social al perder la ventana de transito al progreso.
¿Cómo afrontar el reto? Con inversión en investigación, al convocar un proyecto publico (Aprovechamiento de la energía de la mar con mínimo o nulo impacto ambiental) en el que puedan competir extranjeros, y donde el mejor hará la investigación y el proyecto desde Asturias. Luego, será instructor de doctorandos en la formación dual del plan de Bolonía impartiendo másteres específicos. La transferencia de conocimientos de la formación dual a la sociedad debe considerarse un bien público.
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