Medios de comunicación
Los medios de comunicación no pueden ser meros transmisores de quien entrevistan, dejándolos exponer sus discursos a la medida de lo que pretenden y les conviene decir, justificar o manipular. Tienen unos dispositivos muy prácticos en España los que quieran vender su producto, simplemente colocarse delante de un televisor, radio o artículos en prensa, sin que nadie les discrepe o esté a su altura para contrarrestar o afirmar lo que expone para empaquetarnos su libro.
Lo curioso del tema es que jamás existieron tantos foros, medios digitales, debates y programas en los medios de comunicación, todos se encargan de mostrarnos la actualidad revestida de personajillos (los contertulios) que igual les da hablar de economía, salsa rosa, problemas laborales, accidentes, atentados o política en general. Son una especie de opinadores para todo, al servicio de la mediocridad y la falta de respeto hacia el espectador, oyente o lector. Luego viene el 'personaje' el que pretende vendernos su producto, y se encuentra con el camino despejado para endiñárnoslo sin problema al no existir opugnadores ilustrados sobre el temario planteado que pudieran darle replica y controversia en condiciones y con la seriedad apropiada. En una palabra, quien quiera vender el elixir de la inmortalidad puede acudir sin problemas a los debates de la 1, 3, 5, 6, 13... en cualquier cadena de radio donde les dejarán explayarse sin tapujos, o buscando amiguetes dentro de la prensa escrita o digital para llenar artículos con sus monsergas, sin que los medios se dignen de tener otros puntos de vista a la altura del sermoneador.
Hoy viene a cualquier debate de estos medios: el gobernador del Banco de España, el presidente del Círculo de Empresarios, un ministro, un político, una víctima, un agresor, etcétera. Saben a quién tendrá en frente y de qué pie cojean cada cual, el camino libre para vendernos la moto. Nos manipulan, meten miedo y nos cuecen poco a poco para cuando nos demos cuenta del engaño, ya no podremos saltar del agua hirviendo donde pretendían meternos desde el principio. Cuando según quien, deben buscar profesionales a su altura para preguntarle y debatirle para que tenga voz siempre, siempre, la otra parte. Cuando se deja con asiduidad un artículo del amiguete influyente, o incluso que paga por esas líneas, se debe buscar por parte del medio de comunicación el punto de vista contrario, ya que si no, le estaremos regalando el regusto personal de planteándonos su salvoconducto sin que ningún profesional investigue, califique o censure lo que diga cada cual, que siempre saldrá de personas influyentes o con poder, que esperan a costa de unos medios poco fiscalizadores que traguemos su discurso sin pajita que les revuelva un poco el fondo para dejar entrever los posos que quieren ocultar. Lo cual, tienen la plataforma apropiada para publicitarse. El problema es que, por el medio está el espectador, oyente y lector, que tiene que acostumbrarse, si es que no lo está, a colar y digerir cada noticia u opinión con que se le bombardea cada día siempre interesadamente.
La mentira y la manipulación de datos, cifras y opiniones no pueden ustedes profesionales de la información dejarla caer sin más en su medio, deben investigar, verificar y discrepar para que las versiones ofertadas en su medio de comunicación tengan debate en condiciones y no afecte y deje en mal lugar la neutralidad de su profesionalidad y de su empresa.
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