El ego hiperbólico de Pedro Sánchez
Mi pareja, una mujer que hacía llorar a su psiquiatra, me había abandonado sin motivo, y solo escuchando boleros sobre corazones rotos y pérfidas mujeres, pude encontrar consuelo a mi desconsuelo.
Deambulando por un conocido centro comercial, dudaba en la elección del disco más adecuado, cuando me sentí traspasado por la mirada directa y libidinosa de una rubia treintañera, a la que acompañaba un garrulo, comedor compulsivo de cacahuetes, tripón portagases, y descuidado en el vestir.
Error, error, la mirada incandescente no era para mí, sino para un efebo de 1,90 que estaba justo detrás, en la sección de novela picaresca, buscando La Tesis de Pedro Sánchez.
El hecho evidente de que ningún detalle físico de la mujer -tetas, culo o facciones- moviera a la lujuria, facilitó la recuperación de mi ego herido, en tiempo récord.
Tras el efímero desengaño, sin abandonar dicha sección, me di de bruces con el anuncio publicitario de la última ¿y única? obra literaria del presidente socialista, "Manual de resistencia". Autor: Pedro Sánchez. Páginas: 320. Precio 20.5 euros.
Un agravio comparativo lo del precio, teniendo en cuenta que el "Manual de Okupación", segunda edición, revisada y ampliada, se puede adquirir por 2 euros.
Una mezcla de morbo, curiosidad y derroche, me han impulsado, no sin dolor, a reservar un ejemplar para las próximas fechas, gastándome los 20,5 euros, que tenía para pasar el día.
Pensé que el libro en cuestión giraría en torno a una serie de puntos clave, en los que el presidente, con la intensidad, fuerza, belleza y sabiduría de sus palabras, aconsejaría al ciudadano genuflexo -hombre sordo, afable y pobre en excedencia-, cómo hacer para resistir (de ahí el título) el acoso de políticos-ladilla que nos tienen cogidos por los dídimos, y nos aprietan cada vez más (¡con lo que duele!), con políticas disparatadas e ininteligibles, aunque siempre gravosas y dañinas, para el común de los mortales celtibéricos.
Pero, no. Me cuentan que el libro va sobre la lucha y resistencia, del ínclito Pedro Sánchez, impermeable a cualquier elogio o apariencia, de cómo acceder al poder desde el ostracismo, aplicando las propiedades físicas del corcho (no se hunde jamás), y demostrar a las generaciones venideras que, en un país sin certezas ni valores, lo que priva es marcarse un objetivo, y, sin mirar ni a izquierdas ni a derechas, avanzar, aplastando a todas las "cucarachas" que osen cruzarse en el camino.
Libere un poco su fantasía, malévolo lector, para descubrir nuevas formas de tortura, pesadillas recurrentes asociadas a nuestros gobernantes, que a través de la sumisión y el flagelo, le acerquen al paraíso prometido. A eso súmele el pensamiento del ex blaugrana Xavi-xarnego: "En Qatar no hay democracia, pero la gente es feliz". Pues eso.
Mientras tanto, con las elecciones a la vuelta de la esquina, y ante el bombardeo de promesas que se avecinan, y que no se van a cumplir, se impone el pragmatismo de votar con la cartera, que es, en realidad, lo único que importa.
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